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Interrupción de las lluvias en los valles costeros
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En los últimos días, el caudal que vemos fluir en los ríos de la costa ha bajado de modo notorio. Por otro lado, en los valles que se encuentran detrás de los Andes occidentales, como son los de Cusco, Puno, Apurímac y otras regiones de sierra y selva, se han mantenido altos.
Esta dicotomía tiene una explicación: la Alta Boliviana. Durante la temporada de lluvias, la humedad sobre la que se desarrolla la nubosidad para las precipitaciones viene desde el este. Es decir, el viento húmedo sopla hacia la sierra desde la selva de Brasil o desde Bolivia. Eso sucede ahora.
Sin embargo, el aire húmedo requiere de un último esfuerzo para cruzar los Andes a través de toda la sierra y depositar su correspondiente lluvia en la cabecera de los valles costeros.
Ese esfuerzo lo brinda una corriente continua de viento que normalmente se establece en verano y a la que denominamos Alta Boliviana.
Se disipó en la semana previa y suele tomar varios días para volverse a formar. A partir de hoy deben volver las lluvias en los valles del sur y centro según los modelos de circulación. En el norte la situación se mantiene aún poco lluviosa. Sorprende la pobreza de caudales costeros en febrero y en La Niña.
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