PUBLICIDAD
HISTORIAS MÍNIMAS

Los fake news oficiales del Gobierno

"El Gobierno cree que puede moldear la realidad desde un tuit, pero lo único que consigue es dina-mitar aún más su credibilidad".

Imagen
los fake news oficiales del gobierno alvina ruiz
Columna por Alvina Ruiz. (Foto: Vaticano News)
Fecha Actualización
Escucha esta nota

Todo empezó con un encuentro informal que, por arte de magia, un tuit de Presidencia en la red social X lo convirtió en una “audiencia extraordinaria” entre la presidenta Dina Boluarte y el papa León XIV. En realidad, de extraordinario no tuvo nada porque, según el protocolo del Vaticano, cuando se trata de una audiencia oficial o privada del papa con otros jefes de Estado, estos encuentros siempre ocurren en su despacho privado del Palacio Apostólico, seguido de una audiencia con la delegación y un comunicado oficial de la Santa Sede, algo que no ocurrió. Para ser exactos, la conversación de Boluarte con el sumo pontífice fue un saludo protocolar.

La presidenta sonreía como si hubiera logrado un tratado de libre comercio con el Vaticano. El papa, mientras tanto, apretaba los labios con gesto incómodo y resignado, porque en comunicación el 55% del mensaje es no verbal, y allí la escena fue elocuente. Es como ver televisión en mudo: no importa lo que se dijeran, los gestos y la postura corporal lo dicen casi todo.

Sin embargo, lo que se comunicó en la cuenta oficial de Presidencia es una evidencia más del mal uso de las redes sociales por parte del Ejecutivo. Se miente, se exagera. Las cuentas oficiales infringen con dolo el Manual de estilo de redes sociales del Poder Ejecutivo, aprobado por la Secretaría de Comunicación de la PCM, que determina que la información difundida debe ser “clara, veraz y basada en datos verificados previamente” (pág. 15, Resolución 01-2019-PCM/SCS).

El Gobierno cree que puede moldear la realidad desde un tuit, pero lo único que consigue es dina-mitar aún más su credibilidad. Hoy, el uso de las redes sociales es estratégico. Incluso el papa León XIV ya tiene Instagram y no reproduce contenido de ficción, sino información inteligente que acerca a los ciudadanos con la Iglesia católica. En Palacio de Gobierno no lo entienden. Recordemos cuando se anunció una reunión bilateral con Joe Biden que terminó siendo apenas un apretón de manos o cuando se negó la renuncia de Gustavo Adrianzén y luego renunciaba en televisión nacional. El desmentido oficial en la cuenta de PCM en X terminó siendo un FAKE.

La comunicación en este Gobierno agoniza. Cuando los periodistas informan, desde Palacio no se aclara: atacan. Hablan de “terrorismo de imagen” y quien ahora asume como primer ministro, Eduardo Arana, en su momento propuso una franja informativa obligatoria en los medios de comunicación.
Las mentiras por redes sociales afectan los derechos de libertad de expresión. La información es un derecho para la formación de opinión pública, como señala el Tribunal Constitucional. En el Ejecutivo no asumen que la comunicación en sus redes oficiales no es un adorno; es una responsabilidad.

TAGS RELACIONADOS