Esta semana se está discutiendo el impacto de fusionar el Ministerio de la Mujer con el Midis. Por otro lado, la organización global Women in Tech celebró su tercera premiación para mujeres en América Latina, un evento de nueve categorías que contó con poco más de mil postulaciones. ¿Cómo se relacionan estos hechos?
En Perú, las mujeres representan solo el 30% de estudiantes en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas (STEAM). En ingeniería mecánica, la cifra se reduce a un preocupante 15%.
La diversidad de género impulsa la creatividad y la innovación. Los equipos diversos son más efectivos para resolver problemas complejos, lo que se traduce en mejores productos y servicios; pero la baja participación femenina en STEAM perpetúa las desigualdades económicas, ya que estas carreras suelen ofrecer mejores salarios y oportunidades.
Las mujeres dedican 39 horas semanales a labores no remuneradas, más del doble que los hombres. Esta carga desproporcionada limita su tiempo para estudiar, trabajar o avanzar en su carrera. Como resultado, su participación laboral es del 65%, comparada con el 83% de los hombres. Cuando logran acceder a empleos, ganan en promedio un 29% menos
que ellos.
La falta de mujeres en posiciones de liderazgo en el sector STEAM, en el que ocupan menos del 15% de los puestos directivos, refuerza el ciclo de desigualdad. Sin modelos a seguir, las niñas y jóvenes carecen de referentes que las inspiren a continuar estos caminos.
Es urgente promover una cultura inclusiva desde la infancia, dar políticas que equilibren la vida laboral y familiar, y garantizar que las mujeres tengan acceso igualitario a la educación y oportunidades en STEAM. Solo así podremos construir un futuro más justo, innovador y próspero para todos.