Como hemos venido conversando, las cefaleas primarias más frecuentes son la cefalea tensional y la migraña, en ese orden. Pero existen otras formas que pueden no ser reconocidas por el médico o incluso confundidas con migraña. Este incorrecto diagnóstico lleva a un mal tratamiento.
Una de ellas, es un tipo de dolor de cabeza que por su intensidad se sabe es el dolor más fuerte (es causa de suicidio en algunos), ocurre en hombres más frecuentemente que en mujeres, aparece con los cambios de clima y la duración del ataque varía entre 15 y 180 minutos. Los ataques son usualmente detrás del ojo, extremadamente intensos, los pacientes caminan por la habitación buscando alivio, se golpean la cabeza (en su desesperación) contra las paredes y tienen una particularidad: siempre se dan a la misma hora del día siendo uno de ellos, en la madrugada. Estos ataques pueden ser desde interdiarios a ocho ataques por día, con una característica lacrimación, “nariz tupida” y caída del párpado en el ojo del lugar donde se localiza el dolor.
La clave del diagnóstico es que, a diferencia de la migraña que postra al paciente, en este tipo de dolor uno camina con el dolor, pues la intensidad no se ve aliviada por el reposo lo cual desespera al paciente que los padece. Este dolor se llama cefalea en racimo, Cluster Headache o cefalea de Horton. Estas cefaleas en racimo suelen ser del tipo episódicas, donde los ataques duran usualmente periodos de 4 a 8 semanas y luego, tienden a desaparecer hasta el siguiente evento. El tratamiento acorta estas 4 a 8 semanas, a algunos pocos días lo cual agradecen mucho los pacientes. Existe la forma crónica, pero es menos frecuente aún.
Una forma similar a la cefalea en racimos, es la hemicránea paroxística. Esta se manifiesta preferentemente en mujeres, el dolor es siempre al mismo lado de la cabeza con lacrimación, congestión nasal, pero la duración es más corta, 2 á 45 minutos. La paciente presenta mínimo cinco ataques al día llegando esta cifra hasta los 30 ataques en 24 horas. Una característica de este desorden es la impresionante respuesta a un antiinflamatorio en especial: la Indometacina.
¿Alguna vez ha sentido usted un dolor punzante que le atraviesa la cabeza como si fuese un muñeco vudú? Esta forma de dolor de cabeza es conocida como cefalea en puñalada o Stabbing Headache. Los episodios duran algunos segundos y se repiten 10, 15, 20 o más veces en diferentes zonas de la cabeza. Asusta al paciente, pues cree que es el principio de algo que “se viene” como “un ataque cerebral” o un tumor, cosa que no es cierto. Cuando los ataques son muy seguidos o no permite a la persona seguir con sus labores diarias, entonces se les da tratamiento. Esta forma de dolor de cabeza es muy frecuente entre los migrañosos.
Otro grupo son las cefaleas de esfuerzo benignas, estas pueden presentarse luego de levantar pesas, toser o tener relaciones sexuales, por ejemplo. Esta se desarrolla durante el esfuerzo del ejercicio, es intensa y preocupa al médico, pues semeja los síntomas de una hemorragia cerebral. La diferencia radica en que esta cefalea disminuye en los siguientes minutos, a diferencia de la hemorrágica.
Como verán, no todo dolor de cabeza es migraña.
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