Evidencia

La próxima semana es la 'Semana de la Evidencia', en la que se celebran eventos a cargo de varias instituciones para mostrar cómo la evidencia contribuye a la toma de mejores decisiones, al diseño de mejores intervenciones, a corregir lo que falla, a la transparencia y rendición de cuentas, y mucho más.

Por ejemplo, evaluar intervenciones públicas (idealmente de manera independiente) genera evidencia que permite probar si se están usando adecuadamente los recursos públicos que las financian y si logran los resultados esperados. Esto, de paso, ayuda a rendir cuentas de lo hecho. Pero necesitamos más. Las intervenciones deben, desde su diseño, basarse en evidencia para incrementar sus posibilidades de éxito y deben usarla luego para corregir y mejorar lo que hacen. Por ello, hay que asegurar que el uso de evidencia se institucionalice en el ciclo de las políticas públicas. Hacia allá hay que movernos.

Cuando pensamos en evidencia, se nos viene a la mente, primero que todo, lo cuantitativo, números, fórmulas, elasticidades, ratios beneficio-costo y demás. Pero, como bien celebra la Semana de la Evidencia, se trata de mucho más, se trata de tener entrevistas con los actores de cada intervención para entender sus puntos de vista, de procesar información administrativa, de analizar fotos y audiovisuales, de hacer evaluaciones de satisfacción de clientes, y mucho más. Todos generamos evidencia. El reto es hacerlo sistemáticamente y con el propósito de dar sustento a las decisiones que se tomen.

Celebremos esta Semana de la Evidencia mostrando no solo que es útil tener y usar más y mejor evidencia, sino que hay diversos tipos de evidencia que ayudan a tomar mejores decisiones.