Alerta desde Lima, pobre Lima

A tres de cada cuatro limeños no les importan las elecciones. Supongo que eso explica, en parte, que las encuestas sean lideradas por personas que le han cobrado cupos a candidatos, regidores –siguiendo el ejemplo paterno de cobrarle a candidatos al Congreso–, a mineros ilegales, incluyendo los depredadores de Madre de Dios o a un charlatán xenófobo. Menos les importará a los limeños que una candidatura sea promovida por un lugarteniente de Montesinos, o que exista un asesino en la cédula de votación.

Si volvemos a elegir corruptos, tras doce años de Castañeda, no sé cómo esperamos que Lima empiece a mejorar. Seguirán coimeando por zonificación, licencias, autorizaciones de ruta, habilitaciones urbanas y titulaciones a la medida, entre otros. A la medida de los corruptos, claro, pero en contra de los ciudadanos.

Recordar la Agenda por Lima es inútil en este contexto. Así que no lo haré. Harán un par de cositas para parecer distintos, pero solo cambiará que Castañeda es más organizado, ya que actúa igual desde antes de los doce años durante los cuales arruinó a los limeños.

Quisiera hacer una reflexión sobre la política, o la politiquería en realidad. Necesitamos instituciones políticamente incluyentes. Las reformas planteadas por el Ejecutivo son un pequeño paso en esa dirección. Es inadmisible que hayan enviado proyectos tan mediocres, y uno populista que no solo le ha restado espacio político, sino que ha alienado a la autoritaria y totalmente desubicada FP. Se va a generar un mayor vacío político si FP insiste en suicidarse. Es indispensable que el Gobierno recurra a políticos con experiencia.

Lima parece condenada a cuatro años más de perder el tiempo para que medre un puñado. No estamos para aprendices de políticos en nuestro país: estas elecciones son otra alerta.