PUBLICIDAD
Aprendiendo de nosotros mismos
“Lo curioso es que este ejemplo exitoso es consecuencia de hacer algo distinto”.
Imagen
Fecha Actualización
En 2004, solo el 35% de los trabajadores era ‘no pobre’; en 2015, pasaron a ser el 80%. Además, el número de empleados aumentó en más del 50%. Y todos formales.
Como siempre andamos buscando medidas para formalizar el empleo, incrementarlo y aumentar los ingresos de los trabajadores, deberíamos mirar este caso de éxito en un país llamado Perú.
Lo curioso es que este ejemplo exitoso es consecuencia de hacer algo distinto a lo que siempre hacemos, que es flexibilizar y reducir costos para las pequeñas y microempresas. El supuesto detrás de estas medidas es que en las mype se concentra la informalidad porque no tienen recursos para enfrentar los altos costos que derivan de una contratación como manda la Ley General. La solución, entonces, es crear un régimen especial que permite contratar con menor costo, pero solo a las empresas que no superen determinado nivel de ventas, activos o trabajadores. Es decir, para gozar del régimen, no se debe crecer, sino permanecer pequeño (¿e improductivo?).
La productividad no forma parte del análisis con el cual se llega a las propuestas normativas, ni conduce a reflexión el reconocimiento de que la Ley General es rígida y, menos importante, costosa.
En el agro, la medida más importante fue la flexibilización; permitir que la contratación se amoldara a la dinámica del negocio: no se necesita el mismo número de trabajadores en siembra que en cosecha; los salarios incluyen beneficios, pero se calculan diariamente. Como resultado tenemos mayores salarios, más personas empleadas, mayor formalización y menos pobreza.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD