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Reacciones a la prisión de Lula
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Los defensores de Lula decían que la prisión lo fortalecería, y armaron un discurso con esa idea. Sin embargo, una encuesta de Data Folha ha encontrado lo opuesto.
La mayoría de la población (54%) considera justa la prisión de Lula mientras un 40% no está de acuerdo. En los sectores más educados, el respaldo a la prisión alcanza 71%. El apoyo es mayor en el centro-sur del Brasil, pero se mantiene en el bastión del PT, el noreste del país.
La intención de voto de Lula también cayó con la prisión. De 37% en enero, su intención de voto cayó a 31%. Esto es una caída extraordinaria (6%), dado un tiempo tan breve.
¿Quiénes se benefician con la caída de Lula? Ningún petista capitaliza el vacío de Lula. El sustituto voceado, Fernando Haddad, ex alcalde de Sao Paulo, tiene 3% de intención de voto. Los dos personajes promovidos por Lula en sus últimos mítines, Manuela d’Ávila (comunista) y Guilherme Boulos (socialista), están con 2% o menos.
Quienes resultan más beneficiados son los populistas no ligados al PT: Marina Silva (16%) y Ciro Gomes (15%). También se beneficia Joaquim Barbosa (izquierda moderada), el ex juez del primer escándalo de corrupción del PT, el “Mensalão”. Jair Bolsonaro (derecha radical) fluctúa en torno a 17%.
Lula no está muerto políticamente. Un 30% votaría por alguien propuesto por él, y un 16% dijo que la opinión de Lula influenciaría su voto, pero el PT mantiene a Lula como su única opción.
La prisión de Lula redujo la polarización social, pues tanto los sectores pro Lula como los anti Lula han disminuido. Ello resta espacio político para los radicales y abre espacio para una diversidad de candidatos moderados.
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