[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “Los nuevos espoliques del peronismo”

Según especulan en Argentina, un porcentaje importante de votos que habría perdido Bullrich entre las elecciones primarias y los recientes comicios generales habría ido a Massa, lo que explicaría esos cambios tan sorpresivos en el orden final. Se trataría de un votante que si bien no es peronista, aborrece a Milei y habría apostado a un candidato (Massa) al que vería con más posibilidades de derrotarle que Bullrich (que además sería muy derechista para su paladar, pues se sentían más cerca a Larreta, vencido en las primarias por Bullrich). El perfil de ese elector que habría desertado a Massa sería de un simpatizante del radicalismo, una muy venida a menos corriente política y cuya mayor expresión partidaria siempre fue la Unión Cívica Radical, que aún subsiste. Milei cree en este trasvase e incluso declaró que: “Subió Massa y bajó Bullrich, ahí está claro quiénes son los que traicionaron. Hay un voto que estaba dentro de Juntos por el Cambio (nota: coalición de Bullrich) y se fue con Massa”. Y abona más para esta hipótesis que muchos sectores del radicalismo estén ahora anunciando que no votarán por Milei en segunda vuelta y que hasta lo harían por el peronismo, algo impensable en otros tiempos. Este radicalismo, que ahora anda muy de capa caída, gobernó varias veces Argentina, con líderes históricos como Alem, Yrigoyen, Alvear y Balbín (el eterno perdedor en la carrera presidencial), y tras la posguerra fue el gran rival político del peronismo (el otro fue el Ejército). Después de la dictadura militar (1976-1983) tuvo dos presidencias tan, tan desastrosas (Alfonsín y De la Rúa) que ambas acabaron antes de cumplir su periodo. Es difícil definir ideológicamente al radicalismo, pero derechista nunca ha sido y huele más bien en estos tiempos a caviarón. Sería un poco como nuestra Acción Popular, pero históricamente menos caudillista, más disciplinado, más orgánico y siempre más tirado a la izquierda. Es una pena que estén acabando de espoliques del peronismo.