[Opinión] Aldo Mariátegui: “Uceda, el MP, la JNJ y la caviarada (IDL y la CNDDHH)”

Ese gran periodista de investigación que es Ricardo Uceda ha publicado una columna este domingo pasado en EC (El caso del fiscal indeseable) que ha caído como una bomba nuclear en la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y el Ministerio Público (MP). Según Uceda, han existido extrañas maniobras para impedir que el juez superior Juan Fernández Jerí asuma como controller del MP –un puesto clave que viene con el rango de fiscal supremo– que ya la JNJ le había asignado unánimemente y pasado el periodo de tachas, tras una revisión profesional exhaustiva y el mejor puntaje. De repente, la caviaraza Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) se apareció con una queja extemporánea ante la JNJ, sustentada en una vieja denuncia por coimas que ya había sido desestimada y que se basó en una acusación redactada por el Instituto de Defensa Legal (IDL), todopoderosa ONG caviar y suerte de politizado bufete de abogados informal. Lo curioso es que la señora denunciante se había retractado de su acusación en 2017, aduciendo que no había leído el documento escrito por el abogado Juan Quispe, del IDL, antes de firmarlo. ¡De pronto, esta acusación archivada resucita en 2022 y de la mano de los caviares, justo cuando Fernández Jerí está por jurar! Y también, “casualmente”, la fiscal Betsabé Revilla se “acordó” que no había notificado el archivamiento a la Procuraduría Anticorrupción y así se “desarchiva” el expediente y se reabren diligencias. Escandaloso, ¿no?

A continuación, el fiscal Pablo Sánchez examina el caso y establece en junio pasado que estaba bien archivado. Pero hasta hoy el JNJ no jura a Fernández Jerí, seguramente por miedo o simpatía a los caviares (Fernández Jerí podría ahora denunciar al presidente José Ávila del JNJ ante el Congreso si no jura pronto). Uceda advierte que quien quedó segundo (Pedro Angulo Arana) tras Fernández Jerí era el favorito de los que ustedes ya se imaginan… Y contra ese segundo también hubo una tacha extemporánea, pero… ¡esa sí se rechazó!