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[OPINIÓN] Andrés Romaña: Bicameralidad, renovación por mitades y reelección
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La semana pasada, la congresista Adriana Tudela resaltó en un artículo la importancia de que el Congreso se renueve a mitad del periodo presidencial. Es decir, no cada cinco años, sino dos años y seis meses. Esta iniciativa, junto a la bicameralidad y reelección parlamentaria, son las reformas más importantes que deben hacerse cuanto antes.
En los últimos años, la reforma más pedida ha sido el recorte del mandato presidencial y congresal para adelantar las elecciones generales. Es decir, un parche adictivo que no soluciona nada. Se pidió cuando renunció PPK (véase la portada 22/03/2018 de La República); cuando Vizcarra peleaba con el Congreso a diario; cuando estaba Castillo y cuando asumió la presidenta Boluarte. Cuatro veces en menos de diez años.
Es evidente que la población pide a gritos renovar continuamente a sus autoridades antes de que culmine el periodo. Y es aún más evidente que, en el Perú, cinco años son una eternidad. Ante ello, hay dos opciones: seguir pidiendo adelanto de elecciones cada vez que el elector se arrepiente, o institucionalizar ese reclamo.
Los beneficios de hacer lo segundo es que se genera predictibilidad, aunque parezca lo contrario. Al ser una ley constitucional la renovación parlamentaria por mitades a mitad del periodo presidencial, toda la población (empresarios, comerciantes, trabajadores…) tiene la certeza de que habrá cambios en ese lapso y así pueden tener una proyección más estable. En cambio, con el recorte de mandato cada vez que no les gustan las autoridades, se crea mayor inestabilidad e incertidumbre económica, porque no se sabe cada cuánto se convocará elecciones.
Otro beneficio, como lo dijo Tudela y es tal vez el más importante, es que los ciudadanos podrán renovar con mayor facilidad a sus parlamentarios sin necesidad de rogar un adelanto. En el Perú cinco años son una eternidad y la mejor forma de desfogar esa frustración no es con un irresponsable “que se vayan todos”, sino con una renovación ordenada y pequeña.
Bicameralidad, renovación por mitades y reelección. No hay más.
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