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[Opinión] Carlos Parodi: Motores de la economía peruana
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Cualquier economía tiene cuatro motores: el consumo privado, el gasto público (consumo público más inversión pública), la inversión privada y las exportaciones. Cuando una empresa pequeña, mediana o grande, señala que “no le va bien porque no le están comprando”, se está refiriendo a alguno de los motores señalados. Imaginemos que usted tiene un pequeño restaurante; mejorar sus ventas significa que las personas aumentan sus gastos de consumo en su negocio; si tiene, por ejemplo, una pequeña distribuidora de cemento, dirá que le va bien si le compran más cemento; en ese caso, quien le compra no será un consumidor, sino un inversionista. Por último, si usted tiene como mercado el exterior, digamos que vende cacao a Suiza, la evolución de su empresa dependerá de que los compradores suizos mantengan y/o eleven sus compras.
Por lo tanto, es posible identificar a los motores de una economía como los distintos tipos de gasto que se pueden hacer. Cuanto más se gaste, mayor incentivo a producir más y, por ende, a generar empleo. Veamos cómo se mueven los componentes del gasto en la economía peruana.
El principal componente de la demanda interna es el consumo privado, es decir, nuestros gastos diarios. En 2020 disminuyó 8.7%, mientras que en el primer trimestre de 2021 creció 2.2%. La cifra promedio de los últimos diez años es 3.2%. Esto significa que los gastos de consumo deben aumentar más. Esto se logra aumentando la inversión privada (la pública representa solo 20% del total de la inversión). De esa forma crece el empleo, los ingresos y, por lo tanto, el consumo. La inversión privada disminuyó en 16.6% en 2020 y aumentó en 36.9% en el primer trimestre de 2021.
Aquí aparece la figura del rebote estadístico. Cuando el punto contra el cual se hace la comparación es muy bajo, el resultado aparece alto en términos porcentuales. El primer trimestre de 2021 se compara contra igual periodo de 2020. Y en este último, el consumo privado había caído en 1.7% y la inversión privada en 14.7%. Las bases de comparación son muy bajas.
La inversión pública se redujo en 15.5% en 2020 y aumentó en 24% en el primer trimestre de 2021. Las exportaciones cayeron 20.1% en 2020 y volvieron a caer 2.7% en el primer trimestre de este año.
¿Cuál es el mensaje? Primero, en 2020 los cuatro motores estuvieron apagados; la razón principal fue el confinamiento, decretado para evitar el aumento en el número de contagios. Si todos debíamos estar en casa, pues nadie produce ni nadie compra. La economía se frena y el empleo se desploma. Segundo, siempre cuando veamos cifras de variaciones porcentuales, revisemos lo que pasó en el periodo de comparación. Tercero, el círculo virtuoso que debemos generar es el siguiente: aumentar la inversión para que como consecuencia se eleve el empleo, los ingresos y el consumo. La tarea es revivir la economía.
Ojalá el nuevo gobierno use la evidencia empírica para acertar el camino pues, ante tanta polarización, fanatismos e intolerancia, es muy poco lo que se analiza. La economía no es magia y no podemos cegarnos; revisemos nuestra propia historia.
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