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[Opinión] César Luna Victoria: “Brindo por los detalles”
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Walt Disney imaginó reinos mágicos, sin mosquitos ni basura. No son detalles que uno tenga presente mientras diseña castillos, carruseles, aventuras y desfiles para Mickey y sus amigos. Pero si los parques van a estar en Florida, cuidado con los mosquitos, hay millones en sus pantanos. Te pican para chupar el hierro de la sangre, necesario para que las hembras pongan huevos. No hay otra, o te pican o se extinguen. La picadura solo fastidia, pero el riesgo es que transmiten enfermedades que matan. En la historia, varios ejércitos fueron diezmados por la malaria y perdieron sus guerras. El Canal de Panamá también es famoso porque, durante su construcción, luego de miles de muertos, se detuvo la fiebre amarilla. Cuando los españoles conquistaron Florida evitaron los pantanos, pero Disney se estaba metiendo en medio de ellos. Por eso, al construir sus mundos, ordenó drenarlos y prohibió el agua estancada. Todo está construido para que el agua fluya: los techos de los edificios, las calles, las veredas y las fuentes de agua. Claro que también fumigan a cada rato, aunque no lo sientas.
Lo de la basura tiene que ver con un experimento de la Universidad de Stanford. Dejaron dos autos idénticos, uno en una zona muy pobre (Bronx, New York) y otro en una muy rica (Palo Alto, California). A las pocas horas se habían robado todo lo útil del auto en el Bronx. En cambio, el auto en Palo Alto estaba intacto. Para seguir el experimento le rompieron una ventana. El auto también fue saqueado. La pobreza no era la causa, sino el abandono que transmitía esa ventana rota, que relaja los códigos de convivencia. Sin ese control, aparece el vandalismo, aunque seas rico. La basura también simboliza ese descontrol. Por eso, como analogía del deterioro mental de Arthur Fleck, tal vez el mejor Jocker de la historia, se muestra una Ciudad Gótica con saqueos y mucha basura. En la escena cumbre, Fleck le reprocha a Murray Franklin que lo había invitado solo para burlarse de él y lo asesina de un disparo, porque era una basura. En cambio, un parque limpio genera seguridad. Para eso, en Disney, todos los trabajadores están obligados a recoger la basura, solo hay tachos con tapas batientes para que no se vuele y unas aspiradoras potentes la recolectan cada 15 minutos, aunque no te des cuenta.
A veces por lo importante se descuidan detalles valiosos. Como la informalidad del pobre que no consigue empleo porque no hay o porque no está capacitado, sobrevive cachueleando como puede. La economía debe crecer para generar empleo de a verdad. Si no los incorporamos, fracasarán los programas de salud y de jubilación, porque no habrá aportes suficientes. Tampoco pueden ser socorridos en emergencias, como ocurrió en la pandemia, que fue difícil entregarles bonos; o, como ocurre ahora, que no les sirve la eliminación del IGV para bajar precios porque sus mercados no pagan impuestos. Pero también está el que teniendo comete fraude fiscal, contrabando, lavado de dinero, narcotráfico y demás actividades ilegales. Hay que combatirlas, además de que son criminales, porque producen dinero fácil que compite deslealmente con el resto de la economía. Está, por último, la ética en la política. Sin ella, puedes incumplir promesas, corromperte, ignorar a tus electores y despreciar las políticas públicas. Lo que se decida políticamente será destruido sin una economía creciente, empleo abundante, coraje político contra las mafias criminales y mucha ética. No son simples detalles. Aunque estemos de malas, se puede brindar por esperanzas. Brindo para que, en adelante, sean realmente felices las Fiestas Patrias.
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