PUBLICIDAD
[Opinión] Gabriel Ortiz de Zevallos: “OECD, líbranos del mal”
Imagen
Fecha Actualización
En apenas una semana hemos tenido segundo intento de vacancia fallido, una clasificación heroica de la selección al repechaje, la censura tardía y vergonzosa de Condori, sobrinos del presidente y ex secretario general prófugos, orden de la corte interamericana para detener la liberación de Fujimori y desmanes en Huancayo, incluyendo no solo locales comerciales sino también la sede del Gobierno Regional de Junín. Varios otros conflictos sociales están sin atención, y en cada uno se exigirá la presencia del presidente y/o primer ministro, como ya ocurrió en Huancayo.
Veremos cuál será el reemplazo del ministro de Salud, pero desde que el primer intento de vacancia empoderó a Perú Libre y Vladimir Cerrón, el presidente difícilmente romperá palitos y mantendrá las cuotas de poder necesarias para asegurar esos votos, completando los 44 con otras gestiones. Esa es la prioridad que denotan sus acciones. Su narrativa en esos días buscó polarizar y dividir, como en campaña, y cuesta creer que su búsqueda de un espacio de concertación en el acuerdo nacional sea algo en serio. Max Hernández tendría que convertirse en Albus Dumbledore. En la sesión del Acuerdo Nacional habría que estar dispuesto a usar hasta ayahuasca, por si sirve de algo.
La cantidad de funcionarios cuestionados que nos han arracimado al Estado producto de estas negociaciones ya afecta la efectividad del Estado y posiblemente lo hará aún más. El Congreso ha demostrado transar en contra de la reforma política y hacer populismo en diversos frentes. Hay excepciones, pero pocas. La propuesta del expresidente Sagasti de empaquetar reformas políticas y adelanto de elecciones en una reforma constitucional impulsada por firmas y referéndum no tiene viabilidad ni viada, al menos en este momento. Entrampados es poco, ‘engordianados’ podría decirse.
El año pinta muy complejo, con inflación importada por la situación mundial, con caída de la inversión privada por la situación política y el entorno anti-empresa que varios ministros transmiten, la cantidad de conflictos sociales embalsados y mal manejados, y la falta de un norte claro. En un entorno así, además, el indulto a Fujimori y su suspensión agita la polarización que divide al Perú hace décadas. La posibilidad de que surja algún liderazgo conciliador y sensato es soñar despierto, pero si la opción es tener pesadillas 24/7, no queda otra que intentarlo.
La sociedad civil tiene que organizarse para hacer vigilancia activa respecto del comportamiento de sus autoridades, en todo nivel de gobierno. El Perú tiene la gran contradicción de ser un país de personas muy desconfiadas, pero que tienen la ilusión de que existen salvadores y a los que la palabra Estado los introduce en el pensamiento mágico, dispuesto a esperanzarse en las soluciones fáciles y efectistas que pueda decir cualquiera. Si algo nos deja Gareca de lección es que hasta la selección tuvo arreglo, pero después de mucho trabajo y constancia, diciendo las cosas como son y actuando de manera consecuente con las decisiones tomadas. Lo que fue Gareca para la selección, ojalá pudiera ser la OECD para Perú. Soñar es gratis.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD