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[OPINIÓN] Juan Manuel Benites: “Palmas para la Amazonía peruana”
“La clave para evaluar la sostenibilidad radica en la comparación de la huella ambiental por litro de aceite de palma con la de los aceites vegetales alternativos”.
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La industria del aceite de palma en el Perú ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, presentando oportunidades prometedoras para el sector agrícola y económico del país. La creciente demanda internacional de productos derivados de la palma ha impulsado esta expansión, convirtiendo al Perú en un actor relevante en el mercado global. Sin embargo, no podemos ignorar los intensos debates que rodean este producto en términos de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
La clave para evaluar la sostenibilidad radica en la comparación de la huella ambiental por litro de aceite de palma con la de los aceites vegetales alternativos. Sorprendentemente, a pesar de las críticas, el aceite de palma podría tener ventajas significativas en términos de eficiencia. Su rendimiento por hectárea es hasta 10 veces mayor que el de otros cultivos oleaginosos, lo que plantea la pregunta de si la producción masiva de aceite de palma podría, en realidad, ser menos dañina para el medioambiente.
Un estudio reciente de Beyer, R. y Rademacher 2021 (Cambridge – Harvard), comparó la huella ambiental de siete cultivos oleaginosos principales, incluida la palma aceitera. Sorprendentemente, la investigación reveló que, en promedio, la palma aceitera tiene la menor huella ambiental tanto en términos de riqueza de especies como de emisiones de carbono por litro de aceite vegetal producido.
El desafío actual para nuestro país radica en equilibrar la creciente demanda de aceite de palma con la necesidad de conservar el medio ambiente. La conversión de tierras para la expansión de plantaciones de palma es un tema crítico. Sin embargo, la adopción de prácticas de gestión más eficientes podría no solo reducir la huella ambiental por rendimiento de aceite, sino que también podría permitir la restauración ecológica de tierras de cultivo oleaginosas previamente explotadas.
La inversión en tecnología y prácticas de procesamiento más eficientes ha sido un impulsor fundamental del crecimiento de este producto en el Perú, en los últimos 10 años. La productividad promedio por hectárea ha experimentado un aumento del 30%, permitiendo una mayor producción por unidad de superficie. Este incremento en la productividad no solo fortalece la competitividad del sector, sino que también mejora la sostenibilidad al aprovechar al máximo los recursos disponibles.
En resumen, la industria del aceite de palma en el Perú se encuentra en un punto de inflexión clave. Las oportunidades para el crecimiento y la diversificación son reales, lo que convierte también a este producto en una clara alternativa a los cultivos ilegales; pero para capitalizarlas, es imperativo abordar los desafíos relacionados con la sostenibilidad, la competencia global, el impacto social y las fluctuaciones de precios. Con una estrategia integral y enfoque sostenible, el Perú está bien posicionado para convertirse en un actor clave en el mercado global del aceite de palma.
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