[Opinión] Juan Stoessel: “2024: el año de Ayacucho”

Por un lado, está un megaevento deportivo, con 27 disciplinas deportivas y delegaciones de siete países. Por otro, la conmemoración de la victoria decisiva en las guerras de independencia hispanoamericana. Este es un hito de enorme envergadura que congregará a las más altas autoridades de los países vecinos. Es una oportunidad inmejorable para promocionar la región y catapultar el turismo en esta zona.

Ayacucho sufrió terriblemente en décadas pasadas, pero, con admirable resiliencia, supo sobreponerse. Hoy esta región tiene una economía pujante. Su infraestructura ha mejorado muchísimo. El aeropuerto está en excelente estado y cuenta con carreteras asfaltadas a los principales sitios turísticos. Y vaya que tienen atractivos potentes: la Plaza Mayor, el gran complejo inca de Vilcashuamán, el bosque de puyas de Titancayoq, las Aguas Turquesas de Millpu, la Ruta de la Papa y por supuesto la Pampa de la Quinua.

Si bien el turismo en esta región fue muy golpeado por el COVID y luego las protestas sociales, Ayacucho mostró un nivel de recuperación ejemplar comparado con otras zonas del sur.

Esta confluencia de megaeventos se debe aprovechar al máximo. Hay que promocionar agresivamente los Bolivarianos y el bicentenario. El potencial en términos de turismo receptivo y doméstico es inmenso. Sin mencionar que un buen manejo de prensa ayudaría a posicionar Ayacucho como un destino imperdible para el viajero.

Sin embargo, algo que puede jugar en contra es el mal estado en que se encuentra la Vía de los Libertadores, que da acceso a la ciudad. La parte alta está muy deteriorada. La carretera a Quinua, donde será el epicentro de las celebraciones, también está en pésimas condiciones. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) debe darle máxima prioridad y comenzar los trabajos apenas empiece el nuevo año o nos arriesgamos a no terminar a tiempo. Interesante también considerar la construcción de un bypass que conecte eficientemente la Panamericana con la Vía de los Libertadores. Actualmente es un tramo muy precario. Si queremos relanzar exitosamente Ayacucho, debemos hacer que luzca su mejor rostro.

Tema aparte. Sorprende la irracional oposición de un sector pequeño, a la venta digital de entradas a Machu Picchu. Solo se está modernizando la plataforma; el destino de los ingresos no está cambiando en absoluto. O están desinformados o están desinformando. ¡Basta de hacer apología de la informalidad y el retraso!