[Opinión] Richard Arce: No hay solución en Las Bambas

Ha sido un fracaso la reunión programada ayer en la tarde en el anexo de Taquiruta (Fuerabamba), en las actuales instalaciones de la operación minera de Las Bambas, con la Comisión de Alto Nivel presidida por el ministro Carlos Palacios del Minem, los representantes de la empresa minera y los dirigentes de las comunidades campesinas de Fuerabamba, Chila y Choaquere.

Richard Arce

Fecha Actualización

21/04/2022 - 07:00

Ha sido un fracaso la reunión programada ayer en la tarde en el anexo de Taquiruta (Fuerabamba), en las actuales instalaciones de la operación minera de Las Bambas, con la Comisión de Alto Nivel presidida por el ministro Carlos Palacios del Minem, los representantes de la empresa minera y los dirigentes de las comunidades campesinas de Fuerabamba, Chila y Choaquere.

Se preveía este escenario –lo anuncié en varias entrevistas televisivas–, más aún si desde ayer Las Bambas había anunciado la suspensión de sus operaciones, que ha significado la evacuación del personal que labora y la suspensión de toda la cadena de proveedores y servicios con una afectación directa en Apurímac.

El equipo del gobierno ha demostrado su incompetencia por su desconocimiento de la problemática de las demandas sociales de fondo, no tiene ni idea del detalle de los compromisos establecidos con la empresa minera en “el compendio de acuerdos” de 2011 y la progresión del avance de los compromisos cumplidos y pendientes.

Ayer fueron evidenciados porque, en primer lugar, debieron diferenciar la atención de las demandas sociales y tener reuniones separadas, una con Fuerabamba para evaluar el convenio marco y los pendientes que reclama la comunidad que fue reasentada, y otra diferenciada con Chila y Choaquere, que tienen una demanda específica sobre la venta de sus terrenos comunales donde se ha construido la Nueva Fuerabamba.

Esta negligencia ha generado que la mesa de diálogo fuera insostenible en vista de las demandas diferenciadas y la intransigencia de las posiciones expresadas; por tanto, era evidente el fracaso del diálogo.

Y ahora, ¿qué hacemos? Por lo pronto se tiene el retiro de todo el personal, se ha visualizado una treintena de buses trasladándolos rumbo al Cusco con afectación directa a Chalhuahuacho, que vive de la actividad minera. Esto sin contar las pérdidas económicas diarias para el fisco.

Las Bambas y Cuajone paralizados por la incompetencia de este gobierno, una desgracia.

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