[Opinión] Yesenia Álvarez: El zigzag político del gobierno

Fecha Actualización

27/08/2021 - 07:00

Al margen de lo que haya decidido el Congreso, no deberíamos confiarnos del gobierno y de su partido. Estos tienen una gran habilidad para confundir y confrontar, para desviar la atención de los temas esenciales, aquellos que ponen en riesgo la conservación de nuestra democracia. Ayer Bellido trató de distraer la atención sobre los temas de fondo y graves del pedido de confianza buscando confrontar con el uso del idioma.

El hecho de que Bellido hable en quechua no cambia en nada que estemos ante un admirador de terroristas que piensa que “el poder se conquista a través de la violencia y se conserva a través de una dictadura”. No borra los cuestionamientos e investigaciones por corrupción, por terrorismo, por clientelismo y por incompetencia del gabinete.

Previo al pedido de confianza lograron desenfocar el debate público hacia una supuesta pugna, nuevamente entre Castillo y Cerrón por cambios de ministros. Sin embargo, la decisión de mantener a Bellido y su gabinete llegó ayer al Congreso tan firme como el día de su juramento.

Para ellos, todo esto es parte “del zigzag político”, como afirmó Cerrón en una reciente entrevista en la que responde que no le afecta que Castillo haya dicho que “no lo veríamos ni siquiera de portero” porque él se ve a sí mismo como “un político cuajado”.

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Si queremos conservar nuestra democracia, debemos entender que ya engañaron una vez con la idea de un “Castillo bueno” que podría deslindar de un “Cerrón malo”. Por ello, cualquier asunto que diga el gobierno y su partido mírenlo con desconfianza y con pensamiento crítico, incluso cuando parece que retroceden, que logramos limitarlos o que hacen moderaciones. Pareciera exagerado pensar así tan a la defensiva, pero si el gobierno ha llegado al extremo de pedir la confianza para un gabinete como el de Bellido, no hace más que demostrar que desprecian el consenso político y la buena fe que tenemos los demócratas en una democracia liberal. No nos confiemos.

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