PUBLICIDAD
Pasos Perdidos
Sobre las vacaciones (in)útiles de los congresistas suspendidos.
Imagen
Fecha Actualización
El escándalo desatado por la presencia de un acusado por terrorismo en una mesa de trabajo promovida por el parlamentario fujimorista Federico Pariona confirmó las graves fallas en el sistema de seguridad del Congreso, pero también puso nuevamente sobre el tapete el hecho concreto de que los legisladores son los primeros en sacarle la vuelta a la ley. Y todo eso con la complacencia del presidente del Parlamento, Víctor Isla, quien, con sus acostumbradas explicaciones enrevesadas, trató de justificar que un legislador que fue suspendido sin goce de haber por 120 días se vaya a su casa por 73, regrese como si nada hubiera pasado –con personal incluido–, cobre su remuneración, sus gastos operativos y, luego, vuelva a sus cuarteles de invierno por los 47 días que faltan.
El debate sobre este tema no es nuevo, y la actitud de Isla de pasar por agua tibia esta 'interpretación auténtica' del Reglamento del Congreso, tampoco.
Más aún si entre los beneficiarios de esta antojadiza aplicación de las normas figuran congresistas de Gana Perú y otros allegados al oficialismo que, gracias a estas maniobras, han vuelto a pasar por caja para cobrar su sueldo por el periodo comprendido entre el 16 de diciembre de 2012 y el 28 de febrero próximo.
Por lo tanto, Pariona –sí, el mismo que cuando se le preguntó por el 'Brujo de los Andes', dijo que no se metía en brujerías porque era cristiano– es solo el chivo expiatorio de este nuevo desparpajo congresal que el titular del Legislativo no tiene el más mínimo interés en corregir. Dicen sus allegados que don Víctor confía en que, pronto, la prensa se olvidará del asunto. Lo mismo que pensó –recuerdan– cuando Perú21 destapó el incremento solapado de la partida de gastos de representación que ya todos sabemos en qué terminó.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD