[Opinión] Richard Arce: Peculado de uso

“Hay que ser muy receloso con los bienes públicos, por más presidente que sea”.

Fecha Actualización

29/09/2022 - 07:00

Uno de los delitos de corrupción más notorios es el de peculado de uso. Es el delito en el que un funcionario incurriría cuando hace uso de bienes públicos para beneficio personal.

La motivación del presente artículo no tiene por objeto hacer una explicación legal del ilícito penal, más si no soy abogado, pero como cualquier ciudadano con experiencia política, sé claramente cuáles son mis atribuciones y cuáles no, inclusive cuáles lindan con los delitos de corrupción. Lo que trato de explicar es que el presidente Pedro Castillo estaría involucrado en este delito al usar el avión presidencial como si fuera su avión privado.

Para que se entienda, les comento una anécdota real y un mal momento que tuvieron que pasar funcionarios del Gobierno Regional de Apurímac, que, por comisión de servicios, tuvieron que viajar de Andahuaylas a Abancay para participar en actividades institucionales en la sede central del gobierno regional, que está en Abancay, la capital de Apurímac.

A la hora del almuerzo utilizaron la camioneta 4x4, con la que viajaron desde Andahuaylas para dirigirse a un restaurante muy conocido en Abancay. Además, ellos guardaban en el vehículo sus mochilas y cosas personales, con el chofer a cargo, porque retornarían en horas de la noche a Andahuaylas.

En pleno almuerzo les intervino la Fiscalía de prevención de delito porque recibieron la denuncia de que estaban movilizándose en una camioneta de propiedad del gobierno regional. Grande fue la sorpresa porque fueron conducidos a la comisaría y se les pretendía juzgar en flagrancia, porque efectivamente estaban haciendo uso de la camioneta, a pesar de que solo se movilizaron para almorzar. Actualmente tienen el proceso judicial abierto y todo lo que ello representa.

Esto es para que se entienda la responsabilidad que recae en el presidente por estar haciendo uso del avión presidencial a discreción, cuando se sabe que hay que ser muy receloso con los bienes públicos, por más presidente que sea.

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