[Opinión] Yesenia Álvarez: “Tres dosis de lectura contra el autoritarismo”

Retóricas que sin duda hacen perder la perspectiva a muchos, dificultándoles advertir a tiempo el carácter, propuestas y decisiones antidemocráticas que maquillan estas etiquetas.

Yesenia Alvarez

Fecha Actualización

23/12/2022 - 11:11

Como vengo hablando hace un tiempo sobre el rol cuestionador que deben tener los ciudadanos frente al poder, y sobre la desconfianza con la que se deben mirar las narrativas de los políticos para reconocer cuándo son autoritarios, unos jóvenes me preguntaron qué leer para no caer en las trampas discursivas tipo las que convirtieron a Martín Vizcarra en “el padre que cada peruano necesita” o “el presidente de la crisis”, o a Pedro Castillo en “el maestro rural, campesino, rondero e hijo del pueblo”. Retóricas que sin duda hacen perder la perspectiva a muchos, dificultándoles advertir a tiempo el carácter, propuestas y decisiones antidemocráticas que maquillan estas etiquetas.

Si tuviera que elegir tres para no dejarse engañar por estos políticos y sus defensores mediáticos, elijo estos textos:

El primer libro que considero una obra fundamental es ¿Qué es la Democracia?, del politólogo italiano Giovanni Sartori. Es muy didáctico, hace un recorrido sobre las diferentes definiciones de la democracia y ayuda a entender qué condiciones y esencias debe tener, de qué estamos hablando cuando hablamos de ella y, sobre todo, que no se reduce solo a la elección.

En segundo lugar, vale la pena leer ¿Qué es el populismo?, del politólogo alemán Jan-Werner Müller. Es un libro breve que ayuda a identificar a los populistas de derecha o de izquierda. Señala que los populistas, por lo general, se dedicarán a capturar el Estado, al clientelismo, a la corrupción y a la supresión de cualquier cosa parecida a una sociedad civil crítica.

Y un tercer libro es Lo que todo revolucionario del siglo XXI tiene que saber, de la politóloga argentina Antonella Marty, quien repasa las experiencias de naciones sometidas a caudillos populistas y revolucionarios, y desarrolla la importancia de una democracia con instituciones fuertes del Estado de derecho. Le dedica reflexiones a la estrategia de tergiversación del lenguaje por parte de la izquierda, muy relevante en nuestros días donde “los golpistas de izquierda no son golpistas, ni la violencia es violencia cuando es de izquierda”.

Hay, sin duda, muchos más, pero estos tres son mis recomendaciones para cuestionar siempre al poder y detectar autoritarios. Por supuesto que de nada sirve leerlos si no se tienen ni la vocación ni las convicciones para respetar lo qué significa el espíritu de la democracia, del Estado de derecho, de la Constitución, del pluralismo, y de una sociedad libre.

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