[Editorial]: Los retos de Vásquez

Como lo dijimos en este mismo espacio, la situación con Guido Bellido al frente del gabinete era ya insostenible. Individuo prepotente, sin ningún respeto por la democracia y cuya homofobia, misoginia y simpatías por Sendero Luminoso le dieron mayor notoriedad que su supuestas habilidades como líder político (ni siquiera en su tierra, Chumbivilcas, supo solucionar un conflicto social), “Puka”, como se hacía llamar, fue excretado del gobierno cuando el país volvía a ser presa de una destructiva vorágine de enfrentamientos políticos.

Tanto fue el cántaro al agua hasta que se rompió. Y vaya que el partido oficialista, Perú Libre, hizo todo lo posible para que, al menos por algún lado, se agudizaran los resquebrajamientos… o “contradicciones del sistema”, como a Cerrón y los suyos le gusta decir, en su jerga anacrónica.

El mensaje que intentaría transmitir el presidente Pedro Castillo con su decisión de recomponer el gabinete es que busca cumplir con las promesas que hizo durante su última gira internacional, en favor de las inversiones y la gobernabilidad.

Esperemos que no se trate solo de otra improvisación ante un inminente descarrilamiento al que Bellido, interesadamente, estaba llevando al Gobierno con sus delirios autoritarios y una demagogia que por momentos lindaba con la más absoluta ignorancia sobre nuestros recursos naturales (¿expropiar un gas natural que no tiene cómo distribuir en el Perú? ¿exigir uso de insumos nacionales en Qali Warma, cuando estos sobrepasan el 95%?).

Han sido dos meses de zozobra para todo el país. La nueva presidenta del Consejo de ministros, Mirtha Vásquez, tiene grandes retos: el primero, recomponer las relaciones con el Congreso, cosa puede hacer ya que tuvo a su cargo ese poder del Estado durante el gobierno de Sagasti. El segundo será apaciguar y darles confianza a los mercados, generando las condiciones legales y políticas que lo garanticen, anteponiendo en todo momento el respeto a las normas y a la Constitución. Y el tercero, antes de solicitar el voto de confianza en el Parlamento, será enmendar los nuevos ‘errores’ acometidos por su jefe: El nombramiento de Luis Barranzuela, asesor de Guillermo Bermejo en temas cocaleros y abogado de Cerrón y Bellido, como ministro del Interior; y el de Carlos Gallardo, militante del Fenatep (antes Conare-Movadef) como ministro de Educación.

Mirtha Vásquez debe recordarle al presidente que, más allá de los favores políticos, están los intereses y las necesidades del Perú.