El indignante caso de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, denunciado por la influencer Pamela López contra su aún esposo, el futbolista Christian Cueva, ha puesto nuevamente sobre el tapete el silencio cómplice de muchos equipos de fútbol peruanos, que mantienen entre sus filas a jugadores sindicados como agresores de sus parejas; y en su caso, madre de sus hijos, independientemente de si las lesiones fueron leves o graves en el contexto de violencia familiar. Estos equipos muestran con ello una alta permisividad con delitos que vulneran los derechos humanos de las mujeres y de niños y adolescentes, porque atentan contra su dignidad y el de vivir una vida libre de violencia y discriminación, quienes, además, son perseguidos de oficio así la víctima se desista o se desvincule de su denuncia.
No se entiende cómo nuestros clubes de fútbol profesionales, que dependen de la Federación Peruana de Fútbol, afiliada a la FIFA desde 1924, sí son sancionados por eventos de discriminación en razón de la raza durante los partidos, y muy bien que se haga, pero muestran tolerancia con jugadores pegalones de mujeres.
Dejan entrever con ello, en mi opinión, su mentalidad machista desde los propios entrenadores, como el del Club Cienciano, que del caso Cueva dijo: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. ¿O sea? ¿En más de un club hay sindicados como agresores de mujeres?, mismo refrán “mal de muchos, consuelo de tontos”. INACEPTABLE.
La censura social frente a los hechos de violencia vistos en video y fotos, testimoniado por la señora Pamela López, con respecto a Christian Cueva, gatilló la actuación rápida del Ministerio Público, que ya investiga los hechos. Ahora las sanciones son ejemplarizadoras por su severidad; existe la sumatoria de penas frente a la concurrencia de delitos, máxime si, a decir por la agredida, el entorno de violencia habría sido sistemático y prolongado, a lo largo de 13 años, con el agravante del consumo de alcohol
del agresor.
Aguzados los clubes que contratan agresores de mujeres, aquí les dejo las palabras de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y del doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, a propósito del lanzamiento de la campaña #SafeHome en tiempos de la pandemia del COVID-19: “La violencia no tiene cabida en nuestra sociedad, y el mundo del deporte y el fútbol no son una excepción…. La violencia no puede instaurarse en el hogar, así como tampoco en el deporte...” (Infantino) y “de la misma manera que no se tolera el abuso físico, sexual o psicológico en el deporte, tampoco debe tolerarse en el hogar” (Adhanom).
Así las cosas, futbolistas pegalones, borrachines y parranderos ¡deben ser excluidos de sus equipos y perder a sus auspiciadores!