(Opinión) Camila Bozzo: ¿Por qué Castillo no es el mal menor?

Fecha Actualización

04/06/2021 - 08:40

Ambas candidaturas son difíciles de digerir pero creo que la de Keiko representa el mal menor, y que la de Castillo es un tobogán a la desgracia.

•La cercanía entre Cerrón y Castillo es insoslayable; y no es disparatado pensar que Cerrón y sus adláteres tratarán de materializar, por lo menos en parte, su proyecto estatizador, totalitario y de evocaciones bolivarianas. Ya lo advirtió Waldemar Cerrón con tonito admonitorio, “el día que Castillo se separe del partido, empieza su desgracia”.

•Y así Castillo logre despercudirse de esta propuesta radical, sus planes de restringir importaciones, renegociar contratos y forjar un Estado empresario nos llevarán por la inexorable senda de la multiplicación de la pobreza. Esas recetas han fracasado y la historia lo demuestra. En esto no podrá dar marcha atrás, su caudal electoral y el respaldo de su bancada reposa sobre estas ofertas.

•Castillo no tiene un plan para el país y no ha sido capaz de articular un equipo. La principal divisa de su candidatura es la improvisación y la falta de unidad.

•En un gobierno suyo es más probable un escenario de ingobernabilidad y desborde popular. Con su verbo combativo y polarizante, y con sus ofertas descarriladas, ha generado división y expectativas que no podrá satisfacer.

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•Castillo ha demostrado que adolece de convicciones democráticas y que desdeña las instituciones. Si la suya es una retórica que cabalga al filo de la ley ¿por qué sus acciones serían distintas?

•Su visión sobre la educación, preñada de prejuicios sindicales, representa un riesgo para la reforma educativa. Quiere liquidar la meritocracia en el Magisterio con el nombramiento de maestros sin evaluaciones, y con la “revisión” de la Sunedu.

•Miembros de su bancada tienen vínculos con el Movadef, el brazo político de SL que ha sido proscrito de la política.

•Castillo es machista y no entiende el grave problema social de la violencia de género y del feminicidio. Y si bien ambos candidatos no promoverán la agenda de las minorías, Castillo tiene un discurso de odio, de homofobia y transfobia.

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