Al atardecer, en la Atenas clásica, las prostitutas salían a ofrecer sus servicios. Llevaban una tablilla donde escribían o dibujaban obscenidades. Estas imágenes (grafías) de una prostituta (porne) fueron el origen del término ‘pornografía’. Existió desde mucho antes, pero la etimología nos sirve para su definición en el mundo moderno: una representación burda y directa de la sexualidad, sin elaboración alguna y con el fin de excitar a quien la ve. No debería confundirse con el erotismo, cuyo valor estético lo convierte en una forma del arte. Existe poesía erótica que puede recurrir a sensualidad explícita sin caer nunca en la pornografía, como la de Arquíloco, Safo o Anacreonte en la Grecia antigua.
MIRA: Personas A-B
Las sociedades autoritarias siempre aspiran a controlar la libido de los individuos, acaso porque temen que ese impulso vital estimule la imaginación y la libertad de pensamiento. Es normal que allí la pornografía, que nunca desaparece, circule subterráneamente. Durante varias décadas estuvo prohibida en el Japón. En 1999, un estudio de Milton Diamond, publicado en la Revista Internacional de Derecho y Psiquiatría, demostró que el final de la prohibición causó una importante disminución de las agresiones sexuales. Naturalmente, la industria del porno no tiene esas virtudes en todas las naciones. Por el contrario, en Estados Unidos constituye una suerte de comunidad marcada por las drogas y la violencia cotidiana. ¿Se puede reconocer en las modalidades o tendencias del porno representaciones de la vida social? En los últimos meses ha habido modificaciones radicales en las principales páginas de la web, que han eliminado secciones enteras. Se trata de casos de autocensura que bien pueden registrar la orientación conservadora de las masas norteamericanas. Por otra parte, se ha confirmado que en el Vaticano hay grandes descargas de porno pirateado, es decir que a la lujuria se suma el robo.
Una anécdota inocente puede concluir esta columna. Una amiga socióloga, investigando el tema, buscó en internet la fecha de la muerte de una actriz estadounidense muy joven, posiblemente asesinada. Reconoció la fecha del cumpleaños de su propia madre. Esta coincidencia no la perturbó y buscó la fecha de la muerte de otra víctima. Era la del cumpleaños de su hermana mayor. No tuvo fuerzas para hacer una tercera búsqueda. Puedo atestiguar la veracidad del episodio, pues estuve presente.
Aprovecha la NUEVA EXPERIENCIA, recibe por correo y por Whatsapp nuestro periódico digital enriquecido. Perú21 ePaper.
¡Ahora disponible en Yape! Búscanos en YAPE Promos.
Video recomendado: