En el caso de la renovación, se trata de un mecanismo que busca mayor representatividad.En el Perú, hubo renovación hasta 1920. Lo retomó la Constitución de 1933 para el Senado. Manuel Vicente Villarán advertía del “peligro de discordia” que era inherente a este modo de elección, pues el electorado tendería a votar diferente. En efecto, la elección simultánea podría favorecer mayor estabilidad al Congreso y atender problemas menos coyunturales, pues la campaña a mitad de periodo incentivaría agendas más coyunturales e incluso estimular el populismo legislativo.