-En 1977 se perdió la oportunidad de corregir el nefasto modelo económico velasquista cuando la dictadura militar dejó ir al fugaz ministro de Economía Walter Piazza (no duró ni dos meses) por negarse este a aceptar la compra carísima de jets rusos al ir esto en contra de su ajuste radical al inflacionario gasto público. Hoy otra vez estamos con un muy serio problema fiscal y se quiere gastar irresponsablemente otra millonada en estos aparatos. Le propongo a la FAP que se encargue de la venta inmediata de la nueva refinería de Talara y demás activos de Petroperú. Solo si antes matamos —parcial o totalmente— la deuda de Talara podríamos emitir bonos para comprar esos reactores. Si no, de ninguna manera.
-Si bien el expremier Salvador del Caviar renunció cuando Vizcarra cerró el Congreso y por eso no puede ser acusado de golpista, sí que tiene una inmensa responsabilidad histórica al pretender impedir que el Congreso elija a los nuevos miembros del TC, tal como era su facultad exclusiva. ¿O ya se olvidaron de la payasada que hizo ese día, con su absurdo pedido de confianza? Toda su estupidez caviar desencadenó el legicidio de Vizcarra, amparado por esos pobres diablos de las FF.AA. que se tomaron después esa fotito infame con Vizcarra.
-Hubo un gigantesco griterío con un “Fuera Petro” antes de empezar este reciente partido Colombia-Chile. De todas formas, aun me parece inexplicable que 8.5 millones de colombianos en primera vuelta y luego 11 millones en el repechaje hayan votado este 2022 por un candidato chavistoide teniendo a Venezuela destrozada al lado por esas políticas y estando inundados de refugiados venezolanos, además de que Petro fue un pésimo alcalde bogotano. Después no me vengan con explicaciones alambicadas para entender el atraso latinoamericano: estamos así simplemente porque mucha gente es muy bestia para votar. El “electarado” existe, Vergara Paniagua. Existe.
-Qué rico que le haya ido mal al mercenario Gareca con Chile…