¿Quién va a liderar la indignación popular?

Estamos viviendo momentos difíciles. Ayer el deslegitimado Congreso dio una razón más para que lo despreciemos, archivó el proyecto de ley de adelanto de elecciones que es ampliamente respaldado por la ciudadanía y probablemente el lunes se concluya con el crimen democrático de modificar la composición del Tribunal Constitucional.

Pero la responsabilidad de este desmadre no solo es del Congreso. Es cierto que este Legislativo es una desgracia, que hay ocasiones en que se asemeja más a una “bolsa de gatos” en la que todos gritan y se arañan. También es cierto que el ridículo que hacen ya cruza fronteras y que los integrantes de la Comisión de Venecia miraban estupefactos a los fujimoristas en sus alucinadas alocuciones, pero también hay responsabilidad en el Ejecutivo. Después del discurso de 28 de julio, el presidente ha perdido iniciativa y se requiere de una decisión clara para saber hacia dónde vamos. Pero además de decisión se requiere que haga política, que no se limite a los partidos políticos, debe acercarse a los movimientos sociales, porque de otro modo lo van a volar.

Necesitamos que el presidente Vizcarra entienda que se le va la vida en estos días, que no hay más salida que cerrar el Congreso. Salvador del Solar necesita pares para enfrentar al adversario. Ante la ausencia de operadores políticos, el premier necesita despercudir a sus ministros y que salgan a dar batalla porque el fujiaprismo avanzará hasta las últimas consecuencias.

Pero si el presidente no cierra el Congreso, estamos en el momento de ver nuevos liderazgos y ver quién tiene la iniciativa y la capacidad de conectar con el sentimiento de la gente y de liderar la indignación ciudadana.