Un respaldo abrumador

“El jefe de Estado debe interpretar los resultados de esta consulta popular con humildad. No es una carta libre. Es, más bien, un encargo de gran responsabilidad.”

Editorial Perú21

Fecha Actualización

24/08/2019 - 21:03

Han sido abrumadores los resultados del referéndum para la reforma constitucional y se han constituido en un espaldarazo al gobierno del presidente Martín Vizcarra, un voto que lo ha legitimado en la Presidencia a la que llegó en medio de una severa crisis política y el escándalo de corrupción de Odebrecht-Lava Jato hace casi nueve meses.

De esta manera, el electorado dijo por amplia mayoría Sí a la nueva Junta Nacional de Justicia en reemplazo del Consejo Nacional de la Magistratura, Sí a la regulación del financiamiento de los partidos políticos, Sí a la prohibición de la reelección inmediata de congresistas y No a la bicameralidad, con lo que apoyaron plenamente la propuesta del Ejecutivo.

Ese importante respaldo fue celebrado por el propio presidente con aplausos, al conocer ayer los resultados del referéndum a boca de urna. Estaba en Palacio, rodeado de todo su gabinete. Martín Vizcarra ha sentido el apoyo de la ciudadanía; que esta expresión masiva lo fortalezca y lo motive a seguir liderando cambios fundamentales para el desarrollo de nuestro país.

Pero al mismo tiempo, que el presidente se mantenga alejado de las tentaciones de envanecerse en el poder. Ha sabido afrontar situaciones difíciles. Ha sabido leer y entender a la población. Mucho poder puede ser a veces muy mal consejero, lo hemos visto en otros casos. El jefe de Estado debe interpretar los resultados de esta consulta popular con humildad. No es una carta libre. Es, más bien, un encargo de gran responsabilidad.

Pasado el referéndum, cuyo origen estuvo en el gran escándalo de corrupción en el Poder Judicial que se sintetiza en el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto; la población debe tener en claro que los cambios y los resultados no serán inmediatos.

El pasar del Consejo Nacional de la Magistratura a la Junta Nacional de Justicia no ha de ser solo un asunto nominal. Se requiere una reforma de fondo que lleve a construir una cultura diferente, y no solo a nivel de jueces y fiscales, sino con todo el personal que trabaja en cada sede judicial de nuestro país.

La lucha contra la corrupción requiere políticas y acciones desde diversos frentes e inclusive un compromiso de la misma ciudadanía en su diario quehacer. Los corruptos de los que renegamos solo existen porque hemos permitido su existencia, a diferentes niveles. Tomemos conciencia de que depende de todos cambiar nuestra mentalidad y poner fin a ello.

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