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El tema de hoy: Oportunidad de diálogo
“Para el Congreso, en tanto, el desafío será demostrar que el mote de obstruccionista que le endilgaron desde el gobierno es injustificado”.
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Nuevos aires se respiran con la llegada de Martín Vizcarra a la Presidencia de la República. Su labor será apuntalada este lunes 2 con la juramentación del nuevo gabinete ministerial que presidirá César Villanueva, quien se convertirá, además, en el nexo entre el Ejecutivo y el Congreso.
El perfil del congresista de Alianza para el Progreso hace prever que su relación con el Parlamento será, de lejos, menos confrontacional que la de su antecesora, Mercedes Aráoz, quien, en el marco de su defensa a PPK ante la vacancia, acusó a ese poder del Estado de sabotear la democracia, de actuar por venganza y de pretender dar un golpe de Estado.
La extracción de Aráoz y Villanueva es la misma. Ambos provienen del Legislativo. La diferencia es que la premier saliente no supo tender puentes de diálogo con ninguna de las fuerzas políticas representadas en el Congreso, ni siquiera con su propio bloque al que –dicen– mantuvo a raya durante su gestión en la PCM.
La designación de Villanueva, por lo pronto, ha generado reacciones positivas y todo indica que no le costará mucho entablar una conexión fluida, respetuosa y productiva con sus pares.
La presentación del gabinete ante el Parlamento, dentro de los treinta días siguientes a su juramentación, para exponer la política general del gobierno y plantear la cuestión de confianza, permitirá tomarle la temperatura a la relación Ejecutivo-Legislativo. También una eventual solicitud de delegación de facultades para dinamizar la economía o destrabar el proceso de reconstrucción.
Para el Congreso, en tanto, el desafío será demostrar que el mote de obstruccionista que le endilgaron desde el gobierno es injustificado, que sí está dispuesto a conversar, consensuar y aportar y no a aplicar la política de oídos sordos cuando algo no le conviene, ni a imponerse con la fuerza de los votos en lugar del intercambio de ideas.
La pelota está en la cancha. La cuestión ahora es que todos jueguen como parte de un mismo equipo y hacia una misma dirección. A estas alturas del partido, no hay lugar para un autogol.
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