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Trago amargo
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El ministro de Economía, Alex Contreras, ha dispuesto el aumento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a una serie de productos, como la cerveza y el pisco. Todo esto, en una coyuntura en que los negocios locales continúan sin levantar cabeza luego de los encierros y restricciones de la pandemia y la recesión sobrepasando al gobierno de Dina Boluarte.
La Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes del Perú ha cuestionado agriamente la circunstancia en que se produce esta alza. Demás está decir que a su indignación no le sobran razones.
“Rechazamos categóricamente la decisión del MEF de incrementar el ISC justo cuando el país atraviesa un contexto de recesión, lo que ya representaba una situación crítica para miles de restaurantes en el país. Los productos grabados con el ISC representan entre el 25% y 30% de las ventas en un restaurante. Su aumento como el que acaba de efectuar el MEF afecta directamente nuestros ingresos y la subsistencia de nuestros negocios. Adicionalmente, tal decisión representa un riesgo para la salud, pues induce al público a consumir productos en el mercado no regulado, como es el caso del alcohol informal”, señala el gremio en su comunicado público.
Con lo golpeado que anda el sector comercio, este inexplicable aumento empeora las condiciones en que subsiste, y a no dudarlo pondrá a algunos comerciantes incluso en situación crítica, ya que los consumidores –que tampoco es que estén viviendo en un lecho de rosas– se verán intimidados ante los nuevos precios, ya que, obviamente, estos costos serán trasladados a ellos (chocando, de paso, con la infaltable ‘chelita’ veraniega).
“Ya un año se han postergado los ajustes del ISC y ha habido una caída muy importante en las cuentas fiscales en el contexto que nos ha tocado enfrentar. Quiero ser muy transparente con los bodegueros, con las pequeñas tienditas, vamos a tomar una decisión que permita equilibrar dos posiciones: no afectar la recuperación de nuestra economía y no afectar los recursos que nuestro Estado designe”, ha dicho el titular del MEF.
Sin embargo, eso de las “cuentas fiscales” suena a pretexto para cubrir forados en el erario a costa, justamente, de los contribuyentes. Si de eso se tratara ¿por qué no comenzar, por ejemplo, recortando gastos en el Congreso? Porque si de dispendios injustificados e inútiles hablamos, en el hemiciclo tenemos a los campeones.
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