- Por más que uno ya las haya leído anteriormente, ver ayer las declaraciones en persona del colaborador eficaz Jaime Villanueva, hechas en Cuarto poder, me fue tan impactante como que si recién me hubiera enterado de todas las trapacerías realizadas por los politizados fiscales Vela y Pérez en conjunción, algunas de ellas, con su coach Gorriti (porque Vela hizo, también, otras aparte para favorecer a Pedro Castillo, Dina Boluarte y su colega Patricia Benavides). Lo lógico tras esta entrevista sería que la flamante fiscal de la Nación, Delia Espinoza, dispusiese la remoción —o por lo menos un apartamiento temporal— de estos dos malos funcionarios del MP, dado que ambos ya no cumplen con garantizar unos estándares mínimos de imparcialidad y profesionalismo; más bien, lo que suscitan es más desprestigio y rechazo hacia el ya quemado MP. Asimismo, estas declaraciones deberían ocasionar que Espinoza ordenase que el acuerdo secreto entre Odebrecht y Vela se haga público inmediatamente, además de guapear al fiscal Chinchay para que le eche más agallas y dedicación a las investigaciones que le sigue a Gorriti. Eso sería demostrar liderazgo por parte de Espinoza. Pero mucho me temo que primarán el miedo, la politiquería y un falaz espíritu de cuerpo.
- No creo en los negocios que solo funcionan con muletas estatales y le tengo aversión al mercantilismo, pero eliminar el draw-back, en estos momentos en que tenemos una economía local comatosa, un mundo proteccionista y un sol algo sobrevaluado, va a matar a muchos exportadores y empleos. Prefiero mantener el gasto fiscal del draw-back a seguir subsidiando a Petroperú o comprar jets carísimos.
P.D.: Toledo es un delincuente, pero 20 años de cárcel es demasiado: tampoco ha matado a nadie. Y esas condenas absurdas a Pasco Font, Bravo y la familia del fallecido Barclay son la típica salvajada judicial peruana. Me imagino que el veloz abogado Juan Monroy Gálvez, exculpado antes por el juez San Martín, debe haberse reído mucho ayer.