¿No les parece una gran casualidad que la periodista colombiana Clara Elvira Ospina, quien es actualmente la dueña del portal caviar Epicentro, salga a denunciar una supuesta campaña masiva de insultos horrendos en redes contra ella JUSTO muy poquito después de que no le quedó más que admitir, por la fuerza de la evidencia, que USAID, a través de IDEA, le financió dos proyectos por unos generosos US$70,000 en Epicentro? ¿No huele esta tan tan oportuna denuncia y victimización a una típica cortina de humo para, precisamente, tapar el escándalo de estas generosidades impertinentes de USAID, hechas a través del pródigo Percy Medina de IDEA, que ella y su gente tan poco éticamente aceptaron? Ojalá que EE.UU. le exija a Medina una explicación de por qué le soltó tanto dinero al casi clandestino Epicentro, así como a otros medios marginales; que IDEA le detalle a Marco Rubio cuáles fueron los criterios técnicos para derrochar así tan alegremente dinero del contribuyente estadounidense. ¿Y esos ‘notables’ que posteriormente firmaron ese lacrimógeno comunicado de apoyo a la Ospina contra esos insultos lo hicieron por ‘tontos útiles’ o más bien estarían conscientes de ser cómplices de una descarada y mañosa maniobra de distracción a la opinión pública (como esa lista de firmantes la encabezan los malévolos Gorriti y RMP, más me suena a lo segundo)?
Esta Ospina le ha hecho mucho daño a nuestro país desde que los miopes Miró Quesada la volvieron la todopoderosa mandamás de los canales 4 y N por años (nos hizo hasta extrañar a su antecesora, la humalista Laura Puertas), pero ciertamente nadie se merece esas diatribas anónimas. Pero a todos nos cae igual de duro en las redes y estas ‘denuncias’ y victimización son demasiado oportunas como para que me crea que son ‘espontáneas’. Me imagino que la Ospina estará abonando así también su regreso a Colombia para integrarse a la campaña presidencial de su íntima amiga y coleguita Vicky Dávila, que encabeza las encuestas allá por el momento.