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Día Internacional de la Mujer: Doctoras brindan testimonio de su labor
En esta nota conocemos a Lorena y Katty parte de las más de ocho mil mujeres que son parte del personal que labora en el Hospital Rebagliati, que día a día lucha para brindar un servicio de salud para los peruanos.
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En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud, comparte historias de mujeres que se encuentran en la primera línea de batalla contra el coronavirus en uno de los trabajos más riesgosos: la profesión médica.
Actualmente, el Hospital Rebagliati cuenta en promedio con ocho mil mujeres en sus filas trabajando arduamente en distintas especialidades y servicios. Este es un número significativo en comparación de los primeros años de este nosocomio, cuando mayormente predominaba el personal masculino.
Cada una de ellas representa una función importante en el hospital y han sido esenciales en cada uno de los logros del mismo, dando un grato ejemplo de que no existe el sexo débil, sino que cada vez cumplen un rol más importante para el cumplimiento de muchas metas y objetivos en nuestra institución.
Katty y Lorena son dos médicos que tienen especialidades que antes solían ser exclusivas para varones. Con la garra y fuerza que caracteriza a todas las mujeres, ellas demostraron que no hay barreras y lograron ser hoy, pese a todo prejuicio, las grandes profesionales que son.
Doctora Lorena Castro, intensivista
Los médicos intensivistas son pieza clave y fundamental para salvar muchas vidas, lo cual tuvo mayor visibilidad durante la pandemia. Estos profesionales deben estar a la cabecera del paciente grave y monitorearlo permanentemente. Una de estas dedicadas especialistas es la Dra. Lorena Castro, quien actualmente labora en el área UCI Covid del Hospital Rebagliati.
Ella quiso ser médico desde niña, su mamá siempre se lo recuerda. La decisión de especializarse en medicina intensiva llegó cuando pisó por primera vez el área UCI. Le pareció un mundo fascinante que, ella lo supo desde el primer instante, no sería fácil.
Al ingresar al residentado no solo encontró la fuerte exigencia que conlleva ser intensivista sino algo adicional: ella y su compañera eran las dos únicas mujeres en la especialidad. “Fue una experiencia nueva adaptarnos en un ambiente básicamente de varones, fue un trabajo muy duro, demandó más esfuerzo, pero pudimos lograrlo”, menciona la Dra. Castro.
El horario que ella maneja es sacrificado, guardias de doce horas, mayormente. Pese a esto, Lorena ha logrado redistribuir bien su tiempo y así poder darlo todo en el trabajo, dedicarse a su hogar y, sobre todo, brindarle momentos de calidad a su adoración: su menor hija de cuatro años.
Siempre tuvo claro lo que quería y trabajando muy duro, en contra de muchos comentarios negativos, la Dra. Castro alcanzó su gran objetivo. En este día ella pone su propia experiencia como ejemplo de que todo es posible, anima a todas las niñas a luchar por sus sueños, a que sepan que nada ni nadie las va a detener. “El éxito de una mujer depende solo de una persona: ella misma”, puntualizó.
Doctora Katy Díaz, anestesióloga
Anteriormente la anestesiología era una carrera que era considerada “para hombres”; tras muchos años aparecen las primeras anestesiólogas y, con trabajo duro y esfuerzo, lograron posicionarse en la especialidad siendo actualmente 78 mujeres de un total de 118 médicos en el área. Una de estas grandes mujeres es la Dra. Katty Díaz quien actualmente labora en el Hospital Rebagliati.
Realizó su residentado en este nosocomio y tras ello se quedó laborando ahí. Desde niña tuvo el sueño de poder realizar una labor que la motive y a la vez pueda ayudar a los demás, es por ello que eligió una especialidad tan retadora, importante y completa, como la anestesiología. Especialidad médica encargada de aliviar el dolor y el total cuidado del paciente antes, durante y después de un acto quirúrgico, de ellos depende que un paciente pueda ingresar a realizarse alguna intervención.
Su labor es sacrificada, su horario no es como el de la mayoría de carreras, no hay días importantes o fechas festivas, como Navidad, que importen si el deber llama. Por ello, busca involucrar a su familia, hacerlos entender que lo que ella realiza es lo que siempre quiso: ayudar a muchas familias.
“Durante la pandemia el sacrificio fue alto, ha sido una faceta dura pero cuando uno mira hacia atrás siente que ha valido la pena, hemos podido ayudar a otras personas que pudieron ser nuestros padres, hermanos, incluso nuestros hijos”, menciona la Dra. Díaz.
En este día envía un fraterno saludo a todas sus colegas, e invoca a toda la sociedad a motivar e incentivar a que todas las niñas puedan alcanzar sus sueños. Si ella con sacrificio y esfuerzo pudo lograrlo, todas pueden.
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