Al igual que Yasmin, Raquel trabajó como azafata y comerciante. Pasó momentos desafortunados con algunos de sus empleadores, pero no se dejó amilanar ni vencer. Hoy con 36 años es madre de dos hijos peruanos a quienes saca adelante con su emprendimiento de catering. Siempre supo que uno de sus talentos era la cocina, por lo que decidió dejar en stand by las leyes y empezar de cero en este rubro. Aunque en un inicio el negocio no marchó como ella esperaba, capacitarse la ayudó a mejorar. En el curso de Marketing y Finanzas, que estudió gracias a una beca integral que le brindó World Vision Perú, aprendió sobre costos, precios, ventas, entre otros conocimientos.