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La Navidad se adelantó para los niños en Puerto Ocopa, en el VRAEM [CRÓNICA]
Desde hace unos años, la Navidad es lo más esperado por los niños del VRAEM. A pesar de la emergencia, también se puede sonreír.
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Un Papa Noel está a punto de caer desmayado en Puerto Ocopa. El sol es inclemente al caer el mediodía, pero eso no ha impedido que cerca de mil niños lleguen a la plaza principal de esta localidad del VRAEM. Sonríen, juegan, están emocionados. Algunos vinieron directo desde el colegio, otros prefirieron pedirle permiso a sus maestras y llegar temprano. ¿Cómo perderse el show de Navidad? Los muñecos de Papa Noel, Olaf y un robot rojo gigante desfilan sin descanso jugando con ellos, a pesar de que deben estar desfalleciendo por dentro. Es que en Puerto Ocopa la Navidad se vive a 40 grados centígrados.
Es la segunda vez que Lobatón, Leonel y Jazmín pasan la Navidad de esa forma. Recuerdan que el año pasado, en la misma fecha, recibieron un agasajo similar. “Aunque con menos juguetes”, recuerda ella. Desde que inició el show no han dejado de bailar ni comer. Eso sí, tuvieron que ir a mojarse las cabezas con bastante agua por culpa del sol. Lobatón es hincha de Cristal y quiere recibir una pelota de regalo, Leonel, en cambio, no sabe qué pedir.
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El show de hoy es el único que tendrán en el año y se hizo posible gracias a un esfuerzo conjunto del Ministerio de Defensa, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CFFAA), la asociación de damas Virgen de las Mercedes, la Iglesia Camino de Vida, la alcaldía de Río Tambo y las comunidades locales. Traer alegría a estos niños no es tarea fácil. Mientras ellos juegan y se divierten en el show, más de veinte militares custodian las cercanías. Otros cien más lo hacen desde base. El VRAEM es zona de emergencia los 365 días del año y los narcoterroristas no entienden de navidades, menos de paz.
LLEGAR PARA SERVIR
Sandra Polo es una líder en Camino de Vida y una de las encargadas de la celebración de esta mañana. Junto a otros cincuenta jóvenes de esta iglesia llegaron el lunes por la tarde desde Lima para instalar el escenario principal y las 10 carpas donde se repartirán chocolates, dulces, regalos y hasta se harán caritas pintadas . Un avión militar los llevó desde la capital hasta Mazamari, en Junín. Al llegar tuvieron que transportarse en un helicóptero hasta una base militar cerca a Puerto Ocopa. Ya allí, y con la ayuda de los efectivos, trasladaron todos sus víveres hacia el pequeño poblado. Este martes despertaron de madrugada para terminar de instalar el escenario y las carpas. Cuando todo se apague también será una de las últimas en irse.
LA FELICIDAD EN LOS ROSTROS
Cecilia Castañeda llegó hoy pero no ha parado de moverse en todo el día. Maneja una energía desbordante y eso la ha ayudado a coordinar todo el apoyo desde Lima sin equivocación alguna. Ella es la presidenta de la Asociación de Esposas del Personal Militar del CCFFAA, una organización de damas que mantiene una relación especial con los habitantes del VRAEM. Ya vienen organizando esta celebración navideña con los niños por más de tres años y hace algunos meses realizaron una campaña de salud. Ellas trajeron los regalos. Jesús, de 10 años, se los agradece con una sonrisa. El pequeño ha recibido un juego de mesa y ya piensa jugarlo con sus seis hermanos.
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Minutos después de la una de la tarde, el ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos, y el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFAA), almirante Luis Paredes?, llegaron al lugar. El show se paró por unos minutos para el acto protocolar y luego de una presentación de los escolares del lugar, el titular de Defensa habló.
“Niños y niñas, ustedes son lo más importante de esta reunión", gritó, recibiendo aplausos de vuelta. Los menores entendieron el mensaje.
En Puerto Ocopa, los índices de pobreza son altos, llegando al punto de que la mayoría de los niños y niñas que llegaron hoy a la celebración no cuentan con zapatos. Muchos de ellos recibieron esta mañana un par como regalo. No hubo ni una queja, solo agradecimiento. Y es que la desigualdad en el Perú se mide así: mientras para algunos tener unos zapatos para caminar nunca fue una cuestión determinante, para otros sí.
El alcalde del distrito de Río Tambo, Iván Cisneros, señala que es de suma importancia que el Estado continúe trabajando de la mano con las comunidades, agradece la seguridad y, sobre todo, la mano de obra que les brindan los militares, pero sabe que no es suficiente. Está agradecido por la celebración a y también porque el Ministerio de Defensa también donó sillas, mesas y pizarras para los niños de la casa misión Santa Teresita, que alberga a niños de extrema pobreza. Un banco local también hizo lo suyo y colocó unos coloridos juegos infantiles en la plaza del pueblo.
La celebración termina y algunos niños hasta derribaron toda lógica adulta y van a tomar más chocolate caliente en pleno calor. Poco a poco ellos van retornado a sus casas y a los pueblos vecinos. Cargan consigo sus regalos, un poco de dulces y la felicidad en la sonrisa que esperamos que nunca se les borre.
Luego de media hora
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