Protestas en Puno: Vándalos incendian sede judicial y comisaría en Juli

El terror está de vuelta en Puno. El vandalismo disfrazado de protesta se instaló ayer en la ciudad de Juli, en la provincia de Chucuito. Y otra vez el fuego como su insignia. La comisaría y la sede del Poder Judicial de esta jurisdicción fueron incendiadas por extremistas que buscan imponer nuevamente el terror en esta región.

Fue un sábado de extrema violencia en Puno, que, pese a ser declarado en emergencia y estar controlado por las Fuerzas Armadas, se convirtió en tierra de nadie. Tras un mes en esta región las fuerzas del orden no han podido ejercer el control.

Un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior señala que una turba de 300 personas atacó la dependencia policial lanzando piedras y otros objetos contundentes y que los violentistas se negaron a dialogar y tras extremar sus ataques incendiaron la comisaría utilizando bombas molotov.

En la dependencia se encontraban 43 efectivos, que superados por los extremistas se vieron obligados a abandonar la instalación. El ataque a la comisaría dejó 10 policías heridos, que fueron evacuados en un helicóptero militar, señala el comunicado.

En simultáneo, otra turba atacó la base militar de Juli, dejando heridos a diez miembros del Ejército. Los extremistas fueron replegados con gases lacrimógenos.

Luego del ataque a la comisaría, los hacedores del terror aprovecharon el repliegue policial para dirigirse a la sede del Poder Judicial, donde, tras tomar las instalaciones y destruir infraestructura, mobiliario y hasta expedientes, procedieron a incendiarlo. En este local de dos pisos funcionaban un Juzgado Mixto y un Juzgado de Paz Letrado. Las llamas de fuego dejaron inhabitable este local. El siniestro ha sido considerado más perjudicial que el registrado en la sede judicial de Ilave, en enero pasado.

El presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo Vela, condenó este atentado terrorista y señaló que estos actos violentos agravan la situación política y social que vive el país.

El sábado se inició con una movilización por las calles de Juli, en la que los manifestantes denunciaron el maltrato de la Policía hacia el grupo de aimaras que se encuentra en Lima desde el pasado miércoles para la pretendida segunda Toma de Lima.

La Defensoría del Pueblo reportó 18 heridos en esta jornada de terror. Entre los atendidos en el hospital Rafael Ortiz de Juli está un menor de 13 años, con intoxicación por gases lacrimógenos, y un adulto mayor.

El alcalde de Chucuito pidió al Gobierno que las fuerzas de orden presentes en ese distrito no utilicen armas de fuego u otros objetos contra la ciudadanía que protesta contra la presidenta Dina Boluarte.

Estos ataques de terror se registran un día después del anuncio que hiciera la mandataria sobre un paquete de inversiones y obras públicas en favor de Puno.

-Más de 295 millones de soles perdió Puno a causa de las protestas contra el gobierno, según informó la Cámara de Comercio y Producción. El perjuicio en el sector minero alcanzó los S/146 millones.

-En la Plaza de Armas de Puno se registraron enfrentamientos entre pobladores a favor y en contra de las protestas.