Para Sandoval, “esta norma es contraproducente porque ordena incorporar unos diagnósticos que están reconocidos en una versión anterior de la CIE, cuando ya está vigente la decimoprimera. Lo que debería hacer el Perú, más bien, es tratar de implementar esta nueva versión, que excluye la transexualidad y demás de la lista de enfermedades y las pasa a un capítulo que se llama Condiciones relacionadas en la salud sexual, pero solamente con la finalidad de garantizar servicios médicos para armonizar el cuerpo, hasta el límite que se desee, con el género con el que la persona se identifique”.