PUBLICIDAD
Carolina Trivelli, representante peruana en la FAO: “La hambruna y pobreza pueden aumentar”
Gracias a la pandemia y la guerra, la inflación llevó al encarecimiento de los productos y el aumento de la pobreza en Latinoamérica.
Imagen
Fecha Actualización
Se creía años atrás que Latinoamérica saldría pronto de su eterna pobreza, llegando incluso a una tasa de hambre cero para 2040. Pero tanto la pandemia como la guerra en Ucrania atrasó el crecimiento, con la subida de precios de productos exportadores como fertilizantes y granos. Con precios tan altos y el empleo en pausa, muchas familias bajaron de sus situaciones económicas a situaciones más paupérrimas.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, habló del gran dilema. “Existe un riesgo muy real de que el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y los fertilizantes en el mercado mundial provoque que más personas pasen hambre, exacerbe aún más la inflación y perjudique la posición fiscal y externa de los gobiernos”. Carolina Trivelli, asesora peruana de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y autoridad en la región en el tema del hambre, cree que es necesario intervenir ante la inminente emergencia.
Trivelli asegura que la hambruna y la pobreza ya eran factores importantes en la región antes de la pandemia, pero que las crisis mundiales agrandaron estos dilema. La pandemia empobreció gran parte de los países, dependiendo de las acciones inmediatas de los gobiernos frente a ella; con bonos especiales o programas de protección social. Aun así, la pobreza aumentó de sobremanera, llegando a manifestarse en las ciudades. Tampoco ayudó que el crecimiento económico esperado para el 2021 fue más lento de lo previsto y dependió más del empleo informal.
El 20% de los peruanos más pobres destina en promedio el 53% de sus gastos a consumo alimentario, más 25% a gastos de transporte, combustibles, energía y cuidado de la vivienda. Estos dos rubros tienen más del 80% de su consumo. Un incremento del 10% en precios es un golpe brutal a esas familias. Como la gente no puede dejar de tomar transporte público o de pagar su electricidad, reduce su consumo alimentario. Entonces comen menos o reemplazan comida más nutritiva por alimentos de menor calidad.
“Las cosas solo están empezando”
La guerra solo llegaría a aplazar el alza de los precios, asegura Trivelli. “Esto solo crecerá y agrandará. Primero, ya está golpeando a la región con el incremento en el precio de combustibles. Segundo, ya está golpeando en el incremento de precios de alimentos que muchos países importamos como trigo y girasol, aceites vegetales y maíz. Y lo otro es que han volado los precios de los fertilizantes, y América Latina y el Caribe es una región importadora neta de fertilizantes sintéticos. No solamente subirán los costos de producir alimentos este año, esas producciones que van a salir incluso el próximo año, van a ser más caras.” Por ello, los productores de alimentos usarán menos fertilizantes, por lo que llevará a menor siembre de alimentos, lo que avanzará la hambruna. Los alimentos disponibles serán más caros. Esto afectará a América Latina y el Caribe, porque solo los productores con mayor respaldo financiero podrán usar fertilizantes, con lo cual la desigualdad en el mundo rural va a incrementarse. Va a haber un efecto distributivo negativo que va a dejar a los agricultores de pequeña escala más empobrecidos, sin fertilizantes y con menos ingresos.
Imagen
Aunque no cree que la sociedad haya parado, ya que reconoce que los gobiernos han actuado con precisión. Reduciendo aranceles, abriendo ollas comunes, o reduciendo impuestos. Pero cree que no es suficiente ya que son acciones costosas y que no incluyen a las poblaciones más vulnerables de salir favorecidas. Acciones para ayudar a las poblaciones vulnerables requieren fondos del Estado, que ahora mismo muchos gobiernos no tienen por el atraso económico debido a la pandemia. Aunque en Perú hay ligera ventaja frente a este dilema ya que como país exportador de minería y petróleo, no se requiere tanto de fertilizante y podemos abarcar más dinero para hacer frente a la crisis.
Trivelli se preocupa principalmente por los niños, y en qué tan delicada posición se encuentran. Para ello sugiere hacerse una transferencia, programas de alimentación escolar o donación de alimentos. Lo segundo, sugiere, es tener un plan para los fertilizantes, para evitar caídas drásticas en la producción. Programas de ayuda, ya sean compras del Gobierno a Gobierno, subsidios directos a fertilizantes, entrega de vouchers para productores de pequeña escala para que sí puedan fertilizar. Finalmente opina la transición a uso de fertilizantes más eficientes, hacia esquemas de promoción, de comercio internacional más solidarios entre países que producen fertilizantes y granos. El comercio interregional puede beneficiarnos a la vez. Técnicas de fertilización que requieran mayor trabajo pero menos gasto del fertilizante.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD