La tranquilidad de una familia en La Oroya se vio abruptamente alterada por una confesión tan inesperada como macabra. Un hombre, identificado como Velásquez, reveló entre copas que en 1990 asesinó a su conviviente, María Esther Huallpa Inga, y a su hijo de tan solo un año de edad, Salvador Santiago Velásquez Huallpa.
El hecho, según relató, ocurrió en un ataque de celos y furia, y los cuerpos fueron enterrados en el patio de su antigua casa, ubicada en el asentamiento humano Leoncio Astete Rodríguez.
El tratado sobre la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional debilita organizaciones regionales eficaces, indican.
La estremecedora confesión tuvo lugar durante una reunión familiar, donde el sujeto, en aparente estado de ebriedad, narró a sus hijos los detalles del crimen que había mantenido oculto durante más de tres décadas. En su relato, confesó que, tras asesinar a su pareja e hijo, inventó la historia de que la mujer había abandonado a la familia para fugarse con otro hombre, llevándose al menor consigo.
Aunque sus palabras fueron inicialmente tomadas como producto del alcohol, la duda quedó sembrada. Al día siguiente, uno de sus hijos lo confrontó, y aunque Velásquez intentó retractarse alegando que había mentido, el impacto ya era irreversible. Motivados por la sospecha y el desconcierto, los hijos decidieron investigar por cuenta propia el lugar señalado por su padre: el patio de la antigua vivienda.
Al remover tierra, escombros y maderas acumuladas, descubrieron un pequeño zapato y restos óseos humanos parcialmente expuestos. El hallazgo confirmó los peores temores de la familia. Inmediatamente dieron aviso a la Policía Nacional del Perú (PNP) y al Ministerio Público.
Foto: Facebook El pasado viernes, agentes de la Sección de Investigación Criminal (Seincri) de la Comisaría de La Oroya, junto con representantes del Segundo Despacho de la Fiscalía Provincial de Yauli – La Oroya, a cargo del fiscal Paul Canchari León, acudieron a la escena del crimen. El área fue acordonada para preservar las pruebas, mientras se solicitó la intervención de peritos forenses y antropólogos especializados, quienes serán los encargados de exhumar oficialmente los restos y realizar los análisis correspondientes.
Las autoridades buscan determinar la identidad de las víctimas, la data y causa de muerte, y verificar si los restos hallados coinciden con la confesión del padre. En paralelo, el sujeto ha sido intervenido y permanece bajo custodia policial mientras se desarrolla la investigación fiscal por homicidio calificado y ocultamiento de cadáveres.
Cabe mencionar que el terreno donde se produjo el macabro hallazgo había sido vendido meses atrás, y ya se habían hecho movimientos de tierra para una futura construcción, lo que podría haber comprometido la conservación de la evidencia.
La Fiscalía ha solicitado medidas urgentes para preservar el área de excavación y ha hecho un llamado a personas que puedan haber conocido a la víctima o presenciado hechos sospechosos en aquella época.
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