En medio de un ineficiente estado de emergencia, los sicarios al servicio de bandas criminales extorsivas siguen causando zozobra entre la población. En las últimas 24 horas, dos nuevos transportistas fueron asesinados a balazos en San Juan de Lurigancho (SJL) y Ventanilla (Callao), con lo cual ya suman 18 los choferes y cobradores víctimas del hampa. En el distrito limeño, ocho mafias están detrás de estos actos de terror.
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CRIMEN DE CHOFER
Juan Carlos Huamán Contreras, presidente de la asociación de colectiveros 'La Rojita', que cubre la ruta estación San Martín (del Metro de Lima) - paradero Huáscar, fue acribillado de cinco disparos por hampones que llegaron a pie hasta los exteriores de su vivienda.
De acuerdo a los testigos del crimen, el conductor estaba a punto de ingresar a su casa cuando fue sorprendido por los pistoleros. Dos impactos de bala en la cabeza y otros tres en el pecho acabaron con su vida.
Sus familiares lo trasladaron al Hospital de San Juan de Lurigancho, pero el transportista llegó cadáver.
En la escena del crimen, los peritos de criminalística hallaron seis casquillos de bala.
La asociación de colectiveros de Huamán Contreras era víctima de extorsionadores que exigían el pago de cupos diarios o semanales a cambio de dejarlos trabajar.
En este lugar fue acribillado el presidente de la asociación de colectiveros. (Foto: Difusión).
ASESINATO DE COBRADOR
Más temprano, alrededor de las 7:00 p.m. del lunes, un joven que trabajaba como cobrador de combi fue asesinado a balazos en la avenida Pachacútec, en el distrito de Ventanilla.
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Dos sujetos a bordo de una motocicleta interceptaron a Joseph Alexis Soto Vásquez, de 19 años, y le disparon a quemarropa. Los vecinos lo trasladaron gravemente herido a un hospital cercano; sin embargo, los médicos solo certificaron su muerte.
En el lugar del atentado, los peritos de criminalística hallaron al menos cuatro casquillos de bala, lo que evidencia la violencia con la que se perpetró el ataque. El móvil del atentado sería la negativa del joven al pago de cupos.
Escena del crimen de cobrador de combi en ventanilla. (Foto: Difusión)
En Lima Este, de acuerdo a un informe de Perú21, las bandas criminales que tienen el control del cobro de cupos y cometen asesinatos por encargo son Los Malditos de Huaycán, Los Malditos de Bayóvar, Los Intocables de Jicamarca, Los Malditos de Huáscar, La Batería del Loco Aroni, La Nueva Generación de Cantogrande, Los Delincuentes de Motupe y La Nueva Generación H.
Este último clan, junto a miembros de Los Injertos del Cono Norte, habría planeado y ejecutado el atentado al bus de la orquesta de cumbia Armonía 10 de Piura, que acabó con la vida del cantante Paul Flores García, según dio a conocer la Policía Nacional.
“Lo que vemos es un negocio criminal, responde a normas y reglas de economía ilícita. Se producen fusiones, adquisiciones, alianzas, acuerdos, que en la jerga policial se llaman ‘injertos’. Por eso, hay mucha muerte por ajuste de cuentas, como consecuencia de la disputa por un territorio para cobrar cupos. Las fusiones son una manera de repotenciar su capacidad económica, de armamento y corrupción”, detalló Ricardo Valdés, director de CHS Alternativo.
MODALIDADES
Valdés también explicó los tipos de extorsión, según la intensidad y magnitud del daño sobre la víctima.
1) Extorsión al ‘menudeo’. Desde hace cuatro años el sector socioeconómico más afectado por el cobro de cupos era el E, por ejemplo ambulantes que abonaban S/5 por día, primero a malos serenos, y luego a los extorsionadores. Luego, esto pasó al sector D, de los comerciantes de mercados o carretillas; al sector C, donde estaban los emprendedores que difunden sus negocios por redes sociales; hasta llegar al sector B, de los dueños de colegios particulares y grandes locales comerciales. “Ese crecimiento no lo vio venir la Policía Nacional; recién ahora ven la importancia de las redes sociales en el crecimiento de la extorsión”, afirmó Valdés.
2) Extorsión desde la cárcel. Los internos aprovechan la corrupción del sistema penitenciario para acceder a teléfonos celulares, Internet, y realizar desde allí llamadas extorsivas. Sus secuaces, que andas libres en las calles, son los encargados de cobrar los cupos y asesinar a los que se resisten a los mismos.
3) Préstamos extorsivos. El famoso ‘gota a gota’, donde delincuentes ofrecen préstamos inmediatos a bajo interés a comerciantes formales e informales, quienes no saben que han ingresado a un sistema criminal sin salida.
4) Extorsión con explosivos. Se usa para acentuar el nivel de amenaza, causar daño y que la gente acceda al pago de cupos.
5) Secuestro extorsivo. Los criminales captan a la víctima y le hacen daño —cortan los dedos o los torturan— con la finalidad de que la familia pague el millonario rescate exigido.
6) Ciberextorsión. Ocurre cuando el delincuente obtiene información privada e íntima del teléfono robado o datos confidenciales de empresas y exige un pago para no difundirlo.
Distribución de bandas criminales en Lima Metropolitana. (Foto:Perú21/Elaboración propia).
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