El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, se ha esmerado en repetir que el secuestro de Iván Siucho, colaborador eficaz en el caso Los Waykis en la Sombra, no tiene ninguna relación con ese proceso en el que está estrechamente involucrado el hermanísimo de la presidenta de la República, Nicanor Boluarte, y el exabogado de la mandataria, Mateo Castañeda. De ser así, ¿por qué entonces las aterradoras amenazas que recibió Siucho durante su cautiverio estuvieron relacionadas con acallarlo por las declaraciones que ofreció a la Fiscalía en el marco de esa pesquisa?
Perú21 conoció que, durante su secuestro, que tuvo lugar en el distrito de Surco, los captores le enseñaron a Siucho una hoja impresa que contenía la captura de pantalla de la difusión de una noticia de Canal N, en la cual se daba cuenta de la declaración que brindó al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Efficoop) a fines de mayo, pero conocida hace pocos días, en la que revela que Castañeda le pidió que firmara un recibo para acreditar un pago de S/15,000 por honorarios, a sabiendas de que eso era falso.
“Deja de hablar o te vamos a matar”, le dijeron a Siucho los delincuentes, de acuerdo a las fuentes de primera mano consultadas por este diario. “Así que te gusta salir en la tele contando cosas”, le insistieron en tono amenazante.
Esos detalles fueron contados ayer por el testigo clave a la coordinadora del Eficcop, la fiscal Marita Barreto, con quien se entrevistó en su departamento momentos después de ser liberado por sus captores.
Ahora se sabe también que los secuestradores eran 9 y no solo los 7 que permanecen detenidos. ¿Qué buscaban? Todo indica que querían el celular con el que la víctima grabó su conversación con Castañeda y que corroboraría la jugada del letrado para aparentar el origen de los S/15,000 que el Eficcop le incautó en el allanamiento del 11 de mayo. Ese equipo, por cierto, desapareció tras la aparición de los captores.
Mateo Castañeda e Iván Siucho se conocían porque el primero era abogado del segundo en una investigación por lavado de activos relacionada al tráfico ilegal de oro.
CELULAR DELATOR
El dispositivo móvil le pertenece a Nicole Graña Martínez, novia de Siucho Neira. Con ese aparato se registró una videollamada que sostuvieron el colaborador eficaz y Castañeda, el 19 de junio último a las 6:00 a.m.
El celular fue entregado por Iván Siucho al Eficcop para que extrajeran la grabación y así quede corroborado que el letrado sabía de la maniobra que, según el delator, le obligó a hacer.
En el acta de visualización del video, al que accedió Perú21, se lee la transcripción del diálogo que mantuvieron los protagonistas. Esa diligencia se realizó el 28 de junio pasado en las oficinas de la Fiscalía.
La conversación muestra a un Siucho que, de forma desesperada, le indica a Castañeda Segovia que no sabe cómo sustentar que le entregó S/15,000.
“Mira, Iván, no es bueno que hablemos por teléfono. Visítame y lo conversamos”, respondió el abogado. “Ya, pues, doctor. Pero la verdad, ta que no sé qué hacer, tengo un problema, la familia está que me jode, conchasumare”, exclamó Siucho.
“Busquemos una solución, pero no por teléfono, te repito”, insistió Castañeda.
Si bien el celular de Graña desapareció, estas evidencias están a buen recaudo en las instalaciones del Eficcop.
¿NEGAR LO EVIDENTE?
A pesar de los múltiples indicios que dan cuenta del nexo entre el secuestro de Iván Siucho y los ‘Waykis’, el Ministerio del Interior (Mininter), al mando de Santiváñez, emitió ayer un comunicado en el que niega esta posibilidad.
“En relación al secuestro del ciudadano Iván Siucho en el distrito de Santiago de Surco, el Mininter reafirma el anuncio del comandante general de la PNP, Víctor Zanabria, respecto a que este hecho no guarda relación con el caso Los Waykis en la Sombra, como mal informa la representante del Ministerio Público”, señala, en alusión a la fiscal Marita Barreto.
Zanabria dijo en su momento que el incidente estaba relacionado con el tráfico de oro, dando a entender que se trataba del otro caso por el que Siucho es investigado.
Y, además, aseguró que ningún celular había sido robado, pese a que el dispositivo de Nicole Graña sigue sin aparecer.
Las evidencias demostrarán lo que en realidad sucedió, pero desde ya se advierte un nerviosismo por parte del Ejecutivo al apresurar conclusiones sin esperar una investigación que aclare la situación.
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