Varios se plegaron al paro: comerciantes, bodegueros…
Sí, era más o menos previsible. Se han sentido identificados. Dar los estados de emergencia ha sido una respuesta política para salir del paso. Aquello no cambia mayormente el problema. Me parece que el paro ha sido mayor incluso que el ocurrido el 26 de septiembre.
El Gobierno señaló a algunos infiltrados en el paro.
Cosa que es cierto. Siempre que hay una movilización social relevante hay pequeños grupos que tratan de medrar con eso y obtener réditos políticos. Creo que no van a obtener ningún rédito político. Pero sí hubo en la avenida Abancay algunos paneles que reflejaban la presencia de pequeños núcleos que trataron de utilizar el paro políticamente.
Mira: Acorralados por el crimen y la extorsión
Parece que los intentos por politizar la indignación ciudadana no prendieron.
Sí, pero fíjese en la paradoja. La lucha contra el crimen organizado es muy compleja, pero el Gobierno ha conseguido convencer de que esto puede tener soluciones rápidas. Por eso, se le plantean plazos muy perentorios, de uno o dos meses, plazos que no se pueden cumplir. El Gobierno ha lanzado un búmeran que le rebota. No hay manera de que lo consigan por más invenciones del ministro Santiváñez, que dice que en los 14 primeros días se ha reducido en 72% (nota del redactor: luego el ministro ha rectificado la cifra en 7.2%) el sicariato en los distritos involucrados, cosa que es totalmente alucinante y no tiene ningún sustento con la realidad. Ese tipo de afirmaciones no ayuda mucho.
El ministro Santiváñez dijo que, si el estado de emergencia de 60 días no funcionaba, él se iría.
El ministro Santiváñez no va a renunciar. Va a inventar algo, va a buscar cualquier pretexto.
Antes dijo que la inseguridad era una percepción.
Veamos las cifras de agosto del INEI. La percepción de inseguridad sigue altísima, al nivel de 85%. Por ahí tampoco hay salida. No piensan más allá del día siguiente. Si esto puede ayudarlos hoy para disminuir el efecto del paro, lo dicen. Ya pasado mañana veremos qué anunciar. Eso ya no está funcionando. Tampoco llamarlo “terrorismo urbano”, como si en las zonas rurales no hubiera crimen organizado. Por ejemplo, el 28 de julio anunciaron que iban a cambiar el nombre del Ministerio del Interior. Y, por supuesto, nunca más se habló de eso.
El Gobierno se puso la soga al cuello con este tema.
El monstruo ha crecido mucho, ya como para creer que esto se puede acabar de un momento a otro. Esa verdad podría ayudar a crear un tipo de diálogo diferente que incluya a los afectados, que nos permita encauzar una respuesta complicada, pero que es posible. Pero no hay que mentirle a la población.
La Municipalidad de Lima ha anunciado un GEIM Metropolitano siguiendo el ejemplo del GEIN.
Bueno, habrá que ver. Me parece que las atribuciones municipales en el campo de la seguridad están estrictamente acotadas al tema preventivo. Vamos a ver qué pasa. Hay tanto vacío por parte del Ejecutivo, que abre las puertas a esa opción planteada por la municipalidad. La prioridad debe ser el fortalecimiento de grupos de inteligencia con economía, recursos humanos y tecnología. Es increíble que se sostenga que este es el principal problema del país y no haya un esfuerzo sistemático, ordenado, para asignar recursos para lo que se necesita.
Los recursos están en Petroperú y los aviones.
Solo con lo del avión que se quiere comprar Dina Boluarte, se le daría un primer buen empujón a lo que se necesita para enfrentar el problema de la extorsión. Ya ni se diga con un sexto de lo que quieren gastar en aviones de guerra. Se podría hacer un trabajo fabuloso.
“Es un golpe más a la credibilidad y estabilidad del gobierno”
¿Por qué es tan fácil extorsionar?
El principal incentivo para la extorsión está en la impunidad. Mientras más impunidad, más posibilidades hay de que se extorsione. La falta de estrategia ha hecho que esto crezca y más gente entre al negocio. Los vienen extorsionando desde hace tiempo, pero ahora hay organizaciones criminales que disputan con otras el control de las extorsiones. Entonces, ahora hay dos que extorsionan a uno mismo. ¿Qué les importa que haya dos muchachos del Ejército con un fusil en un paradero? Si ellos no van a enfrentarlos. Dan palos de ciego. Ni siquiera eso. Hay que usar los recursos que se utilizan en todo el mundo para la lucha contra el crimen organizado. No hay nada que inventar. La ley de crimen organizado contempla una serie de medidas para esto.
Más allá de la ausencia de líderes políticos en el paro, el Gobierno ha sido golpeado.
La presidenta está colgada ya de la brocha. Una brocha que sostiene el Congreso, pero que no deja de ser una brocha. Con ese comunicado de Verónika Mendoza, salieron cuatro gatos. Nadie ha capitalizado en positivo. Pero sí es un golpe más a la credibilidad y estabilidad del Gobierno. Si esto vuelve a suceder con mayor frecuencia, la estabilidad de la presidenta pende de un hilo. Tiene 5% de aprobación. Hay una convicción de que ella hace las cosas mal, y esto lo aumenta. Se ha convertido en el primer movimiento social después de los terribles hechos de violencia a inicios de este Gobierno.
¿El Gobierno empezó y terminará con protestas? Las primeras eran más politizadas, con intereses subalternos. Esta es más espontánea.
No me atrevo a asegurarlo, pero no los fortalece. Esto ha generado un tipo de protestas que no había existido nunca en el Perú, así como las anteriores tampoco habían existido antes.
No diferencian delincuencia de protesta.
Es muy complicado el tema porque, en el sentido común, lo que va a primar es que esta gente protesta contra los delincuentes que los quieren matar, pero los meten presos a ellos. Es un pierde-pierde; reprimir una manifestación de personas que están luchando contra el crimen organizado… La misma Policía, que se debería encargar de solucionar el crimen organizado, está reprimiéndolos a ellos.
Finalmente, ¿qué es el terrorismo de imagen?
Es frivolizar y banalizar un tema tan atroz como el terrorismo. Es una tontería y ahí va a quedar. Dice: “Le respiramos al cuello al crimen organizado”, o sea, que ya van a acabar con el problema. Se ponen la soga al cuello. Y eso irrita más a la gente. Son muy incompetentes. La suma de tonterías hace más daño. El Congreso va a tratar de deshacerse de ella en agosto del 2025.
¿Un deja vu de la huelga de profesores que creó a Pedro Castillo? Los profesores son más políticos…
Puede ser. No he percibido a nadie aún. Hay rostros nuevos que no conocemos. A veces la gente que no es vista como muy política termina calando en la población.
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