Al mostrar el reportaje en su celular, Santiváñez quiso cambiar el titular. Ya no se habla del reportaje, sino de cómo lo obtuvo.
Si es que eso fuera lo que intentó hacer, le salió muy mal. Torpemente. Me parece que es parte de su soberbia. No midió lo que significaba obtener un documento de manera ilegal y tampoco midió la firmeza de la conductora, que lo hizo entrar en contradicciones grandes. Como bien dijo la fiscal de la Nación, también se enteró antes de la intervención, probablemente por una filtración policial, a tal punto que el Ministerio Público fue sin policías de apoyo. Si había algo que lo podía afectar, tuvo tiempo para ocultarlo. Estamos ante un personaje que se burla de la justicia constantemente. Y eso empieza con los audios donde dice que no es su voz. Es un juego de poder con la fiscal y un tema
de soberbia.
Mientras, los extorsionadores incendian Lima.
Creo que es lo menos deseable que se puede tener para el país en un momento en donde los delitos de crimen organizado llegan a niveles inauditos. La primera plana de Perú21 prueba que el peor incendio que ha tenido Lima en muchos años ha sido provocado por extorsionadores. Ese hecho solo ameritaría una reacción diferente del Congreso y de la presidenta. Y a eso hay que vincular las afirmaciones de la presidenta de un golpe de Estado de la Fiscalía de la Nación. Un contrasentido mayúsculo, pero que da cuenta del nivel de afirmaciones y de lo que estaría haciendo con los medios de comunicación. Es una presidenta que sostiene afirmaciones cada vez más graves y altisonantes. Es muy difícil luchar contra el crimen cuando la jefa de Estado y el ministro del Interior están actuando abiertamente en contra del Ministerio Público.
Mira: Yessenia: la mujer de confianza de Santiváñez
Pero algunos líderes de opinión apoyan a Santiváñez y Boluarte. Ya no importan los resultados, sino que ataquen a mi enemigo: los caviares. Urresti hacía lo mismo desde la otra orilla.
La presidenta habló de infiltración de caviares en el ministerio. Dina cree que en esta polarización puede crecer. Sí hay un sector relativamente amplio que tiene esa visión de las cosas. Y eso es mayoritario en el Congreso. No es casual que el prófugo Vladimir Cerrón haya sacado un tuit diciendo que está de acuerdo. Dina se dirige a los temas más sensibles en el Congreso porque todos los grupos políticos que se oponen a la censura de Santiváñez tienen una obsesión con el tema caviar, que facilita esa polarización. Pero desde otro punto de vista hay otra polarización, que casi al 90% cree que el ministro tiene que irse y que hace un balance desastroso del gobierno. Y eso repercute, haciéndole daño a quienes lo defienden en el Congreso.
Ya viene el 12 de abril, fecha en que se debe convocar a elecciones. ¿Boluarte está adelantando un escenario para politizar lo que pase con ella?
Yo pienso que por ahí viene el asunto. Han hablado de “golpe blanco”, en lugar de blando. Creo que tratan de neutralizar una eventual decisión del Congreso de sacarla. Su aprobación de 4 o 5% quema. Es como tener kriptonita. Y ellos no son precisamente Supermán. Los candidatos en el Congreso necesitan recuperar un mínimo nivel de apoyo político para tener un desenvolvimiento razonable en las elecciones que vienen. Necesitan protegerse de la vinculación con Dina Boluarte y establecer meses de distancia y un argumento fuerte para decir: “Pero nosotros la sacamos”. Y como la memoria es corta… Esos 10 partidos que están en el Congreso son solo un 25% de los que van a participar. Y todos los demás van a tener como claro objetivo decir: “No voten por los partidos del Congreso”. Estar vinculado a quien gobernó antes es una bomba en la cara. Tratan de crear un frente anticaviar que bloquee cualquier posibilidad de vacancia de Dina Boluarte. Porque la vacancia puede hacerse por cualquier cosa.
¿El discurso para evitar la prisión o salir del país es que la justicia está politizada? Hay algo de cierto…
Por supuesto. Eso no quiere decir que no haya problemas en el Ministerio Público o que no se puedan criticar muchas cosas que ocurren ahí. Agregando, además, que, si alguien allanó la casa del ministro Santiváñez, fue con una orden judicial. La Fiscalía no puede allanarla.
Hay jueces que nunca contradicen los pedidos.
Puede ser, pero son parte del Poder Judicial, de otra institución. Y, por lo tanto, que haya un complot de un sector del Ministerio Público y de un sector del Poder Judicial ya parece complicarse un poco más. Y, en el caso del ministro Santiváñez, hay demasiada ropa tendida.
Literalmente, es un abogado del ‘diablo’.
No estamos hablando de una beata a punto de ser santificada, agredida por fuerzas del mal. Todos los que estamos informados sabemos que sus antecedentes y su conducta como ministro son demasiado fuertes para pensar que está a punto de ser ungido santo.
“VIZCARRA DEBIERA ESTAR PRESO"
Otros expresidentes, como Martín Vizcarra, también buscan politizar sus casos.
El Ministerio Público y el Poder Judicial tampoco son un coro de ángeles. Pero Vizcarra es uno de los que está siendo juzgado con más evidencias. Si Vizcarra no es condenado, quiere decir que la justicia no está cumpliendo su labor. Con el derecho que nos asiste a los ciudadanos a criticar decisiones judiciales… Vizcarra debiera estar preso y condenado relativamente pronto.
A fines del verano habrá dos presidentes sentenciados. Ollanta Humala también.
Además, hay un segundo juicio. Su situación también es bastante complicada. Pero la más complicada es la de Vizcarra.
Pedro Castillo también busca politizar su juicio que acaba de empezar.
Es su única escapatoria. Es muy torpe. Castillo no tiene posibilidades de salir bien librado. Creo que tampoco las tiene Betssy Chávez ni Aníbal Torres. Y tienen altísimas dificultades para inscribir sus partidos. El único que tendría un partido sería Bermejo, con vínculos con Sendero que no parecen ser tan imaginativos como dice.
En plena campaña electoral y crisis de violencia, habrá tres expresidentes y una presidenta victimizándose por la politización de la justicia.
Va a ser un ambiente muy cargado. Y, además, con tantos partidos y tan pocas alianzas. Ante la necesidad urgente de hacerse visible, será decisiva para que muchos candidatos tengan un rol. Van a golpear a quienes estén involucrados con quienes nos han gobernado. Me temo que es posible que, como en Ecuador, se traslade el crimen violento y el asesinato a la campaña electoral. Lo que le daría una perturbación adicional. Comparto lo que dijo el presidente de la ONPE. Estas van a ser las elecciones más complicadas que ha habido nunca, pero quizás por más razones que el tamaño de la cédula. No he visto un solo candidato que haya afirmado contundentemente: “Vamos con alianzas, es la única posibilidad”. Va a ser una competencia de enanos.
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