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Carlos Morán: “Sendero ya no pone bombas, ahora se inserta en la política”
El exintegrante del GEIN -PNP recuerda los momentos precisos de la captura del criminal Abimael Guzmán, exactamente hace 29 años. Como exministro del Interior recomienda al actual gobierno que el cuerpo sea cremado para que una posible tumba no se convierta en un futuro centro de veneración de los seguidores de Sendero Luminoso.
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El exintegrante del GEIN -PNP recuerda los momentos precisos de la captura del criminal Abimael Guzmán, exactamente hace 29 años. Como exministro del Interior recomienda al actual gobierno que el cuerpo sea cremado para que una posible tumba no se convierta en un futuro centro de veneración de los seguidores de Sendero Luminoso.
¿Cómo toma la muerte del terrorista Abimael Guzmán?
Por las casualidades de la vida, este domingo se cumplen 29 años de la captura de este personaje. Ha muerto después de un proceso judicial en donde se le impuso una cadena perpetua. Ha muerto Abimael Guzmán y esperamos que con él muera su ideología macabra que trajo como consecuencia la muerte de miles de peruanos.
Todavía no se ha podido enterrar el ‘pensamiento Gonzalo’. ¿Por qué?
El año 1993, Guzmán apostó por una solución negociada de su derrota y lanzó un mensaje a sus huestes para que –dejando de lado la lucha armada– apuesten por otras modalidades: hacer un trabajo político e ideológico profundo en colectivos y gremios para que la ideología persista. Ellos no han renunciado, no han pedido disculpas de todo ese pasado vergonzoso y criminal. Es un tema pendiente que tenemos como sociedad. No ha muerto el ‘pensamiento Gonzalo’, esta ideología fanática subsiste y quiere conquistar el poder a toda costa infiltrándose en la vida política nacional.
¿Qué papel cumplía el oficial Morán, hace 29 años, el día de la captura de Abimael Guzmán?
El día 12 de septiembre en horas de la tarde, en las oficinas del GEIN, se planificó la operación y se distribuyeron los equipos para que se intervengan varias casas en Lima. Una de ellas era la de Los Sauces 459 en La Calera, Surquillo. Los informes de Inteligencia decían que había un personaje de Sendero Luminoso viviendo bajo la figura de que en esa casa vivía una pareja de esposos. Yo era capitán y la misión que tuve fue registrar la casa y a todos los del interior. La intervención se da y en esa segunda parte ingreso a la casa al mando del comandante (Marco) Miyashiro y el mayor (Luis) Valencia. Yo registré el domicilio donde vivía Guzmán. Fueron capturados también otros integrantes del comité central. El único que no fue capturado fue el camarada Feliciano, que no llegó a la reunión por problemas de transporte. Luego fue capturado en 1999 en Huancayo.
¿En ese momento creyó que era el inicio del fin de Sendero Luminoso?
No hay parangón en la historia de la lucha contra el terrorismo a nivel internacional en donde el jefe de una organización terrorista es capturado vivo y toda su cúpula dirigencial. Esto fue un golpe mortal porque en un solo movimiento fue desarticulado el cerebro de la organización. Después de la caída de Guzmán, Sendero ya no fue el mismo. Hoy ya no vemos al Sendero Luminoso que pone coche-bombas o asesina personas, sino que están insertándose a la vida política para desde allí demoler progresivamente a las instituciones.
¿Y qué debe hacer el Estado para que de una vez por todas se destierre de este país el ‘pensamiento Gonzalo’?
Acá hay que hacer un mea culpa como Estado y sociedad. ¿Qué hemos hecho para desterrar el ‘pensamiento Gonzalo’? Desde la educación, en la formación de nuestros jóvenes, se debe enseñar lo que pasó en esa época más negra de nuestra historia republicana. Veo con estupor que muchos jóvenes no saben quién es Abimael Guzmán. Hay que combatir política e ideológicamente el ‘pensamiento Gonzalo’. Fue derrotado militarmente pero todavía persiste.
¿Qué debe hacerse con el cadáver de Guzmán?
Hay procedimientos que debe utilizar la autoridad. Normalmente el cuerpo debe ser entregado a los familiares para que le den la sepultura, pero tratándose de Abimael Guzmán –un personaje que ha marcado un antes y un después en la historia del país por el terrorismo que personificó– recomiendo que su cuerpo sea cremado y sus cenizas entregadas a sus familiares. Con esto evitamos que el lugar de su sepultura se convierta en un centro de veneración para sus seguidores que aún persisten en esta posición. La última palabra la tienen las autoridades para cortar de raíz este riesgo que se podría presentar más adelante. No queremos mausoleos, sería un error. Ahora nos quieren vender la historia de que la terrorista Edith Lagos (enterrada en Ayacucho) era una guerrillera que se levantó contra el yugo opresor de un Estado.
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Ya que menciona a la terrorista Lagos, el premier Bellido tuvo, hace unos años, palabras de admiración hacia ella. El ministro Iber Maraví también ha sido, según documentos policiales, partícipe de atentados al lado de Lagos.
Te cuento una anécdota de cuando cae Guzmán en el año 92. Feliciano no llegó a la reunión y se refugió en Ayacucho. A los tres días de la captura de Guzmán, él se reúne con cuadros y mandos de Sendero Luminoso. Esa información me la proporcionó una terrorista arrepentida. Se reunieron en Huanta y Feliciano comunicó la captura. Y les dijo que ‘esto no sea motivo para dejar la lucha armada’. Al día siguiente que los mandos aprobaron seguir con su acción violentista, muchos abandonaron el campamento y se fueron con sus armas. Se fueron a Ica o al sur. Porque decían que si habían capturado al presidente Gonzalo, ellos eran vulnerables. Después de años veo que el efecto (de la captura) fue demoledor para los senderistas. No se sabe mucho de los que abandonaron la organización. Capaz se reciclaron, pero esto trae a colación lo que pasó con este ministro. Muchos quisieron lavar sus pecados asumiendo otra posición, pero no renunciando a su ideología.
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