Las dos gestiones presidenciales de Alan García bajo la lupa del analista

Gonzalo Zegarra pasa revista a los principales eventos de las gestiones 1985-1990 y 2006-2011.

Fecha Actualización

25/08/2019 - 06:32

Alan García Pérez gobernó el país dos veces, una en el siglo XX y la segunda en el XXI. Las gestiones fueron diametralmente opuestas. El analista Gonzalo Zegarra, columnista de Perú21, hace un recuento de los principales hechos y un breve balance de cada gestión.

Para Zegarra, el primer gobierno de García fue “pésimo y dejó en crisis al país debido a su inacción ante el terrorismo y sus políticas económicas totalmente desquiciadas”, llevó al país a una hiperinflación y vivimos en condiciones que pusieron al Perú al borde de ser un Estado fallido.

Si hay que ponerle una nota a ese periodo de gobierno, esta es 00. Las evidencias no fueron suficientes para que el ex jefe de Estado reconociera sus errores, dice Zegarra, debido a que nunca asumió su responsabilidad y cuando se le pedía explicaciones, recurría a algún pretexto como el contexto internacional de la época. “Eso era falso”, indicó.

Recordó que entonces García fue investigado por los casos hiperinflación, dólar MUC, terrorismo (El Frontón), estatización de la banca, aviones Mirage y el tren eléctrico, pero sin trascendencia alguna. “Cuando a García se le quiso juzgar, tuvo el apoyo político explícito de los fujimoristas antes del golpe de 5 de abril. Luego se fugó. Las investigaciones de esa época por corrupción nunca fueron absueltas porque prescribieron”, aclaró.

SEGUNDO GOBIERNO

Respecto a la gestión 2006-2011, Zegarra considera que García mantuvo y respetó el modelo económico de los 90. A la gestión le pone una calificación de 15.

“Con el boom de los minerales y gracias a algunas iniciativas como los decretos para la implementación del TLC (tratado de libre comercio) con Estados Unidos, mejoró la economía. Hubo varios escándalos de corrupción. En cuanto a los hechos políticos, el más grave es el Baguazo, pero no se compara al de El Frontón”.

Opinó que ahora probablemente llegará información que lo comprometa, pero, dadas las cosas, ya no se le puede juzgar ni condenar.

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