Tras 12 años, CADE regresa a Arequipa del 26 al 28 de noviembre. La seguridad ciudadana es el tema central.
¿Cuál será el ángulo de CADE 2024?
Este año tiene una particularidad. Es cierto que no es un CADE electoral, que siempre le da una coyuntura, invitando a candidatos. Tampoco es una situación de absoluta crisis, como cuando asumió el presidente Castillo, donde hubo una confrontación directa entre gobernantes y empresarios. Pero este CADE tiene una particularidad reflejada en el título: “De la degradación a la reconstrucción de nuestro futuro”.
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¿Cómo se manifiesta esa degradación?
Se trata de llamar la atención hacia una situación de deterioro que tiene muchas manifestaciones. Una es que 400 mil jóvenes se han ido del país en 2023. Que la inversión está en niveles muy por debajo de lo que se necesita y se espera. Que la pobreza se haya incrementado. Que el nivel de satisfacción con los servicios públicos esté colapsado. Y lo que hoy nos convoca: que la preocupación por la seguridad ciudadana es cada vez más vigente. Pero también hay otras manifestaciones, como el enfrentamiento entre poderes del Estado. Me refiero a que, en vez de trabajar de manera conjunta, la Policía y la Fiscalía están confrontadas. O que la Fiscalía judicialice la política. Y al revés: que la política intente politizar la justicia. Todas esas manifestaciones influyen en el ánimo de las personas y finalmente en la confianza de los ciudadanos. Y por lo tanto, influyen en su predisposición a invertir y a sentirse parte de una democracia y de un sistema que debería ser distinto. Estamos en un estadio al cual hemos llegado por un deterioro sucesivo y por dejar de hacer cosas que debimos haber hecho. Hay que poner un punto en el cual nos encontremos como sociedad civil para construir una agenda y una visión compartida, porque esta no es solo una tarea de políticos ni de gobernantes.
La agenda ya empezó…
El CADE de este año, si cabe la diferenciación, está acompañado de pre-CADES. Los hemos tenido en Cusco e Iquitos. Y los tendremos en Piura y en Huancayo. De lo que se trata es de recoger las expectativas y las preocupaciones de manera descentralizada en estas macrorregiones, para luego plasmarlas en la presentación de una visión. Esa es otra particularidad: este CADE va a presentar una visión de país que va a estar en un documento debidamente sustentado, a cargo del doctor Luis Carranza. Esta visión será producto del trabajo que han hecho muchos think tanks en el país, pero también de la integración con jóvenes y gremios. Esperamos que esa visión nos lleve a una acción conjunta. No basta con los políticos y gobernantes. Tiene que involucrarse la sociedad civil. Una manifestación muy clara de eso es lo que estamos viviendo ahora en seguridad ciudadana. Hay un divorcio entre la autopercepción que tienen el Gobierno y el Congreso con lo que la ciudadanía siente.
Se ha planteado el foro “Formalización y seguridad: propuestas de los trabajadores y empresarios”.
Hay una data que nos muestra la alarmante situación. El 62% de la población considera que el crimen y la violencia es el principal problema o el problema más preocupante del Perú. Eso está mapeado, tiene fuentes. El 84% de la población de 15 años a más tiene una alta percepción de inseguridad en el país. Y además, la Asociación de Bodegueros del Perú ha manifestado que al menos 13 mil bodegueros en el país han sido blanco de extorsiones y robos. Y muchos de ellos han cerrado. El tema de la inseguridad tiene manifestaciones muy concretas. Y afecta transversalmente los distintos niveles de empresas, desde el bodeguero al transportista, desde la empresa mediana hasta la empresa grande hoy en día están sometidas a extorsión. Otra manifestación es que el 27% de la población de 15 años a más fue víctima en algún momento de algún hecho delictivo, solamente entre julio y diciembre de 2023. Y el 12% de ellos han sido víctimas más de una vez. O te arranchan el celular o te piden un cupo. Es muy crítico. Y de acuerdo a estudios que han hecho compañías como el IPE o Videnza, la inseguridad ciudadana afecta entre 2% a 3% del PBI. Más de S/30 mil millones al año. Eso es muy importante. Mira el paro de transportistas. Pero CADE es una oportunidad. Está lleno de propuestas.
¿Qué proponen para combatir la inseguridad?
El año pasado, por primera vez, se juntaron los gremios de trabajadores con los gremios de empresarios. Esa base de concertación se ha ido ampliando. Hoy en día está la Federación de Trabajadores de Construcción Civil, la CGTP, la Cámara de Comercio, la Sociedad Nacional de Industrias y la Asociación de Exportadores. No hay sector que no sea afectado por la delincuencia. El efecto es transversal. El paquete de propuestas incluyó que seamos parte del Conasec (Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana). También los Centros de Flagrancia para delitos menores. Y las colaboraciones público-privadas. Que se permita que se implementen sistemas de vigilancia electrónica, centros penitenciarios e incluso iluminación como parte de las obras por impuestos.
TENGA EN CUENTA
“El APEC y el CADE son complementarios. El APEC se hace dos semanas antes. Son dos mundos que deben conversar: el país como potencial y el país como realidad. Hay una disonancia ahí. También habrá puerto de Chancay y nuevo aeropuerto. Pero el día a día es política de bajo nivel e inseguridad. Hay que conectar las cosas positivas”.
“El Pacto por la Educación de Calidad está firmado por más de 30 instituciones. Apostamos por la meritocracia. El presupuesto del sector se ha duplicado en 10 años. Pero la brecha de infraestructura también”.
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