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Fujimori versión 2.0
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Como su nuevo logo, Fuerza Popular parece buscar inclinarse a la izquierda, aconsejado por el patriarca de la familia. Un giro hacia el populismo, acorde con los nuevos tiempos. Un sutil viraje que busca ocupar el espacio que va desde la centroizquierda hasta la centroderecha.
Algo de eso se percibe en la reciente estrategia de golpear a las grandes cadenas farmacéuticas, iniciativa que no habría provenido de Úrsula Letona, como erróneamente fue consignado. “Yo no le he sugerido a Keiko que se pelee con las farmacias”, aclaró la excongresista.
Los memoriosos recuerdan que el fujimorimo auroral de Alberto surgió desde allí, entre los comedores populares de Huaycán y los arenales de Villa El Salvador, con tres ministros zurdos y el protagonismo de las tres Marthas venidas desde la izquierda. Un reconocido politólogo peruano decía que, si María Elena Moyano hubiera sobrevivido, se habría acercado al fujimorismo. Era un fujimorismo con rostro de mujer, además. Y es que fue el propio Alberto Fujimori —el creador del Ministerio de la Mujer— quien trajo la “ideología de género” desde la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, en 1995. Como Odría y el voto femenino, Fujimori entendió que, en un país de padres ausentes y madres coraje, hay un espacio para una reivindicación femenina desde la derecha.
Este nuevo fujimorismo 2.0 sería entonces un regreso a las bases, histórica y políticamente hablando. Un fujimorismo populista que combine la femineidad de la hija con la fuerza del padre. “Alberto Fujimori podría ser el candidato presidencial en 2026 y su hija Keiko podría asumir la candidatura vicepresidencial”, ha teorizado Enrique Ghersi. “Y cumplirían así con la alternancia, además”, concluye. Según ha trascendido, el tercero en la plancha podría ser Alberto Otárola, quien se ha acercado al partido más de una vez.
“Como Perón e Isabelita”, ensaya Ghersi. La teoría del reconocido abogado descansa sobre la noción de que el patriarca Fujimori tendría mucho más llegada electoral que su hija. “Creo que Alberto Fujimori tiene un capital político mayor que el de Keiko”, desarrolla Ghersi. “Eso es objetivo. Y Keiko es una mujer inteligente que debe darse cuenta. El fujimorismo con Keiko es 10% en primera vuelta. Claro, con eso pasa a la segunda vuelta, pero ahí tenemos el mismo escenario del de las últimas tres elecciones. Con Alberto Fujimori seguramente tendrían mucha más votación. Creo que él le pone un 20% o 25% al fujimorismo, con lo cual el partido tendría mayoría parlamentaria. Y volveríamos a un escenario como el del gobierno de PPK, con un fujimorismo que maneja 80 congresistas en el Parlamento”.
Una reconocida periodista televisiva, sin embargo, echa por tierra esa teoría con un trascendido a tomar en cuenta. Un encuestador le ha mostrado una cifra mucho menor para la figura de Alberto Fujimori. No sabe a ciencia cierta la veracidad de la muestra y el universo en cuestión, pero la teoría del analista sugiere que la nueva generación no recuerda ni le interesa conocer al factótum de un gobierno de hace más de 25 años. Toda una vida en tiempos de Tik Tok.
VIDAS PARALELAS
Mientras el horizonte se esclarece, el segundo tomo de las memorias del patriarca de los Fujimori ya se está trabajando. Y se espera que su lanzamiento a fines de este 2024 provoque un revuelo. El desaparecido ‘Nano’ Guerra García estuvo a cargo de gran parte de ese trabajo de edición. Se reunió varias veces con el expresidente, le llevó anotaciones y hasta recordaron episodios editorializados por El Peruano, el diario oficial que el vicepresidente del Congreso dirigía. Entre el anecdotario, una frase se coló: ‘Dígale al general José Williams que no se atribuya toda la operación Chavín de Huántar’. No es la primera vez que el longevo expresidente siente que le han arrebatado los hitos de su gobierno. Eso explica su movimiento en Tik Tok y su nueva página alberto.fujimori.pe.
Paralelamente, y mientras negocia con Fujimori su testimonio en torno al caso Pativilca, Vladimiro Montesinos también está redactando un nuevo libro. Esta nueva publicación sería el colofón al caso Leonor la Rosa, episodio que lo ha envalentonado. Tras ser absuelto del caso, los medios naranjas ‘levantaron’ el tema, desmontando la ‘narrativa caviar’. Montesinos saldrá de prisión el próximo 24 de junio de 2026. Y, según ha trascendido, quiere hacer política. Al igual que Alberto Fujimori. Ambos siguen unidos en estrategias paralelas y destinos políticos.
MEMORIAS DEL CHINO
Como se recuerda, el primer tomo de las memorias fujimoristas se llamó “La palabra del Chino: el intruso que fundó el Perú moderno”. El volumen de 584 páginas estuvo en manos de dos grandes editoriales. Según el representante de una de ellas, los naranjas querían manejar todo el proceso y no se iban a contentar con el 10% de las regalías. Se les advirtió que un reciente libro con la cara de Fujimori había vendido más de 60 mil ejemplares, a pesar de la mediocridad de su contenido. Pero se inclinaron por la autoedición, lo que limitó su distribución, impacto y recepción en medios. El libro costó 80 soles, con muchísimas erratas, una pobre encuadernación y una pésima edición.
Es consabida la desafección que tiene el fujimorismo por la palabra escrita.
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