Mientras el país se le escapa de las manos, la presidenta vive engañada tratando con petulancia de convencernos todos los días de que los peruanos tienen el mejor gobierno de su historia. Las balas y la sangre en las calles, la crisis económica, su lamentable respaldo a un ministro insalvable como el del Interior, y hasta su presunta complicidad en la fuga de Vladimir Cerrón, su inicial compañero de plancha presidencial, han terminado, sin embargo, de aplastar a Dina Boluarte. La mandataria sigue sostenida por un Congreso que no se cansa de aprobar leyes para satisfacciones partidarias y hasta criminales. Ambos parecen caminar juntos y niegan su romance mientras van tomados de la mano.
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La presidenta y el Congreso se parecen tanto. El país los rechaza y no deja de castigarlos. La última encuesta de Ipsos para Perú21 evidencia el malestar de los peruanos que han terminado por hundirlos con sus peores cifras. Boluarte y el Legislativo han alcanzado su peor nivel de desaprobación: la jefa de Estado con 90% y el Parlamento con 86%.
La reprobación a la presidenta llega incluso al 95% en la región sur y 92% en el centro. El rechazo es del 93% entre los encuestados del nivel socioeconómico A. La mandataria iguala el peor registro porcentual en sus 21 meses de gestión alcanzado en junio pasado.
El rechazo al Legislativo se hace más notorio en Lima y el centro del país donde llega al 88%. Pero es en el nivel socioeconómico A donde la reprobación al Congreso alcanza sus peores números con 94%.
Los peruanos también evaluaron al premier Gustavo Adrianzén. Su férrea defensa a la mandataria y sobre todo a los ministros más cuestionados de su gabinete le han costado que su desaprobación suba el último mes a 72%, dos puntos porcentuales más que en agosto último.
Su respaldado titular del Interior, Juan José Santiváñez, alcanza el 70% de desaprobación. En Lima, la más golpeada por la criminalidad, el rechazo al investigado ministro llega al 71%.
El presidente del Congreso tampoco se salva. Eduardo Salhuana ha visto crecer cinco puntos porcentuales la desaprobación a su gestión en este último mes. Un 70% de peruanos lo rechaza.
Para el analista político José Carlos Requena, el desgaste de los líderes políticos es evidente y las cifras de desaprobación no van a bajar hasta el final de este quinquenio.
“No hay ningún indicio de un cambio ni en lo que haga el Ejecutivo ni el Congreso, en ninguno de los frentes en consecuencia, seguramente vamos a continuar con unas cifras similares y ya no creo que estas se muevan. Parece muy difícil que el liderazgo político salga de la situación tan comprometida en la que se encuentra”, dijo a Perú21.
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