¿Cómo explicar el triunfo de Trump?
Lo que para mí es un asalto a la razón es que un candidato que ha hecho una campaña racista, misógina, xenofóbica y que no se ha medido en ninguna de sus múltiples expresiones vulgares y agresivas, pese a que ha dicho que va a deportar millones de latinos, pese a que ha dicho que va a cerrar el muro y subir aranceles, pese a que fue declarado culpable de varios delitos y provocó casi un golpe de Estado, pese a todo eso, terminó ganando holgadamente. Le saca como cuatro millones de votos a Harris. Eso es más difícil de entender. Empiezo a tener una discrepancia con tantos analistas, sobre todo americanos, que no están viendo que hay algo más atrás. Hay una especie de masa casi podemos decir fascista, producto del descontento. No es que Trump jale a la masa; la masa está ahí y Trump corre a ponerse en la primera línea de esta masa irritada, desesperada, intolerante y antidemocrática. He visto cómo se da ese fenómeno por el cual se puede llegar al extremo de elegir a ese hombre. Esa masa de gente tan enfurecida, enloquecida y poco racional, eso es lo que debe preocupar, más que exista el señor Trump. Trump es muy llevado por ese radicalismo de la masa y le doy un caso: Trump nunca fue antiabortista, pero si la masa le está pidiendo que prohíba el aborto, pues se pone a la cabeza de eso. Eso es lo que debe preocuparnos: cómo es posible que se den las condiciones para que la persona menos idónea termine ganando holgadamente la presidencia de los Estados Unidos.
¿Pegó el discurso antiglobalista y proteccionista en la clase trabajadora?
Sí, ha pegado el discurso proteccionista. Y, cuando hablamos de protección, no solo estamos hablando de medidas de tipo arancelario que puedan afectar el comercio, sino también estamos hablando de la mano de obra no calificada que viene con los inmigrantes y que desplaza a la mano de obra americana no calificada. Estamos hablando de reconversiones de las economías en donde ciertas industrias tienen que ceder el paso a otras porque han devenido en no competitivas. Es un fenómeno que tiene una vertiente comercial, una vertiente industrial y una vertiente que es la migración.
Mira: Joe Biden recibirá a Trump en la Casa Blanca para iniciar transición
Del lado demócrata, incidir en las políticas identitarias no ha convencido a muchos latinos ni afroamericanos, sobre todo entre los hombres.
La identidad de género no fue uno de sus puntos de apoyo, pero evidentemente es mujer y, como tal, se le enfrentó un macho alfa. Y mucha gente, sobre todo en niveles más populares, opta por el macho alfa, que tiene que ver con toda una historia de machismo y pureza. Está en el cine y las novelas americanas, un culto al macho americano. Y no es gratuito eso de “hagamos América grande de nuevo”, porque la pandemia fue un corte. La América prepandemia era mejor que la América pospandemia. En términos españoles, es una copla a la muerte de su padre. Todo tiempo pasado fue mejor.
Hablando del cine americano, el lema “Make America great again” viene de Ronald Reagan.
Exactamente. Por eso, la gente que quiere domesticar a Trump le dice: “Reagan fue un gran presidente y mire el legado que ha dejado. Usted tiene que ser como él”. Pero yo no sé si ese discurso va a pegar en él. Trump es un narciso. Yo creo que Trump siente que lo ha hecho muy bien, que ha desafiado todas las leyes que implican llegar a la presidencia, que ha hecho la campaña que ha querido, desoyendo a sus asesores… y que le ha ido muy bien. ¿Por qué va a parecerse a Reagan cuando cree que la historia empieza con él? Sus fans creen que es un enviado de Dios, que Dios lo ha enviado para salvar a los Estados Unidos, que va a hacerlo grande y cristiano de nuevo.
Hasta los amish, menonitas de Pelsilvania, que nunca votan, han votado por él…
Exactamente. Hay mucha irritación y fastidio. Mucha desesperación que hace que una mayoría vote por alguien por quien no hubiera votado en otras circunstancias. Alguien que no representa los mejores valores de esa sociedad. Racista, misógino, homofóbico, xenófobo. Creo que Trump es de derecha y puede ser de extrema derecha. Será lo que sienta que las masas requieran para contentarlas. Su triunfo da aliento a movimientos de extrema derecha.
“NO VEO LAS GARRAS DEL DRAGÓN"
La derecha peruana sintió el triunfo como propio.
La derecha peruana sintió el triunfo como propio pero puede resentirse después, porque no sabemos si Trump decidirá revisar el TLC, poner aranceles y afectar el comercio, o desalentar las inversiones en Perú por considerarlo insuficiente en materia de seguridad internacional. La derecha peruana debería tomar con más cautela el triunfo de Trump. Pero, bueno, hay tantas derechas como izquierdas. No sabemos cuál es más cercana a Trump. Y lo mismo con la Iglesia, que antes tenía una jerarquía de derecha y ahora de izquierda. Yo estoy muy sorprendido, por ejemplo, con el castigo impuesto al padre Jaime Baertl, a quien conozco como alguien serio y responsable, y quien ayudó al Perú a desbloquear un acuerdo de límites marítimos con Ecuador. En el Perú la derecha es muy complicada y los espacios de centro se han acortado.
¿El Puerto de Chancay podría incomodar al Gobierno de Trump?
Yo no lo descartaría. El año pasado estuve con la anterior embajadora de Estados Unidos, y me hablaba con mucha vehemencia de lo preocupada que estaba por el Puerto de Chancay. Y era un Gobierno de Biden. Es una gran decisión del Perú tener ese puerto. Chancay nos transforma en un hub internacional. Pero hay esa suspicacia con la que no coincido para nada; es buscarle tres pies al gato. China toda la vida ha buscado ser independiente y tener la seguridad de sus suministros. De repente soy ingenuo, pero no veo las garras del dragón.
Siempre hubo anticumbres en APEC, pero eran sobre temas globales, no contra el Gobierno.
Hubo una anticumbre, pero, como usted dice, era sobre temas globales. Eso se debe manejar como se manejó en ese momento. Garantizar la seguridad de ambas, pero que estén bastante lejos la una de la otra. Una APEC fue en el Pentagonito y la otra en la UNI. Es indispensable que estén alejadas. Digamos que estallaba una bomba en San Juan de Lurigancho. Está lejísimos, pero la noticia da una imagen de inseguridad. Entonces, no es solo la inseguridad en sí, sino también la imagen. Ahora, que hayan decretado tres días no laborables hará que sea difícil salir a marchar. No hay mucho futuro para la protesta. Me da pena que Xi Jinping no vaya a Chancay. Es un mensaje que no quisiéramos tener: “No voy allá por razones de seguridad”.
¿Lo de Valencia afectará al presidente Sánchez?
Sí, salió golpeado, pero la posibilidad de poder distribuir los dineros para la recuperación de Valencia lo va a compensar.
VIDEO RECOMENDADO